jueves, 8 de octubre de 2015

EL LARGO CAMINO A CANAAN

PASO DEL MAR ROJO.

El camino más corto no siempre es el mejor – Éxodo 13:17-18

.El camino más corto no siempre es el mejor – Éxodo 13:17-18

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Todos sabemos más o menos la historia de los Israelitas. Les tomó 40 años entrar a la tierra prometida, en un viaje que normalmente no debería de durar más de unas pocas semanas. Como posiblemente también sepamos, casi todo el retraso fue debido a su propia desobediencia. Cuando el tiempo de entrar a la tierra prometida finalmente se había llegado, les dio miedo y se hicieron para atrás. El resultado fue que ¡les tomó 40 años más ir a la tierra! y solo 2 personas de la generación inicial pudieron entrar. Todos los demás murieron en el desierto y fueron sus hijos los que entraron en vez de ellos. No nos vamos a concentrar en el ejercicio de la desobediencia. Como quiera, el plan original de Dios NO era tenerlos en el desierto por 40 años. Sin embargo, Dios retrasó un poco el plan de su entrada en la tierra. No por años sino un poquito más que el camino más corto. El pasaje correspondiente lo encontramos en Éxodo 13:17-18 donde dice:
Éxodo 13:17-18
“Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. Más hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.”

Lo que me impresiona en este pasaje es el hecho de que Dios no llevó al pueblo por el camino más corto sino que prefirió una ruta un poco más larga. A veces nosotros navegamos en un viaje el cual esperamos que dure un tiempo determinado. Esperamos encontrar cierto trabajo a una edad determinada, casarnos a una edad determinada, tener hijos y vivir hasta una determinada edad. Puede que no sea un plan ilógico. Puede que hayamos planeado cosas al momento de verlas en nuestro mundo. Y la forma en que las planeamos puede que sea correcta y funcione de esa manera. Pero no siempre. Por lo menos no fue así en el caso de los Israelitas; en mi caso en ciertas cosas y muy posiblemente también en tu vida. Algunas veces el tiempo se va en un rato y parece que nuestras vidas se van a la deriva fuera de nuestras expectativas. Nos preguntamos qué es lo que estamos haciendo en el desierto que se parece al “desierto del Mar Rojo”.
 
Si hace algunos años me hubieras dicho que yo iba a estar en Alemania, trabajando en donde estoy, te hubiera dicho que es imposible, porque estaba completamente fuera de mis planes. Yo he planeado mi vida probablemente de igual forma en la que tú has planeado la tuya. Pero no resultó así. No vivir la alternativa (lo que había planeado), no sé si es mejor o peor, no lo sé y puede que nunca lo sepa. Tu no lo sabes y es posible que nunca sepas – tal vez antes de ver al que está sentado en el trono – el porqué las cosas resultaron de esa manera, porque sigues ahí esperando algo que pensabas que era lo más simple del mundo. Puede que hayan sucedido cosas que nunca te imaginaste. Puede que hayas planeado tu vida de la forma en que yo planeé la mía pero…
 
tengo buenas noticias para ti: DIOS TE LLEVA. Ahí está el caso del desierto debido a desobediencia. Ahorita no quiero hablar de eso. Espero que no sea tu caso. Si sí, la respuesta es OBEDIENCIA. “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros.” (Santiago 4:8). Pero este no es el propósito de este artículo. El propósito es la expectación no cumplida. Los casos en los que parece que Dios se tarda. “Dios” decimos, “espero de Ti más de lo que pido o entiendo. Y así se pasan los años en un rato y nunca veo mi oración respondida”. Y Dios dice a través de la boca del Señor con la parábola de la viuda (Lucas 18:1-5): “No dejes de orar hijo. No me doy por vencido contigo.” Le decimos a Dios, “Dios, tú has escrito que la esperanza que se demora es tormento para el corazón. Y ahora parece que Tu mismo actúas como si nunca hubieras escrito sobre eso”. Y Dios dice “ten paciencia”. Hermano, lo que Dios te dice hoy es que seas paciente. Sigue la guía del Señor, confía en Él y Él hará. Él te dará los deseos de tu corazón. Es posible que eso no sea lo que tu mente dice. Después de años y años puede que hayas abandonado tus sueños y deseos divinos. Me gustaría animarte a que te levantes. Dios no se da por vencido contigo. El Dios que viste la primera vez que creíste, es el mismo hoy también. Dios NUNCA cambia (Santiago 1:17). Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13:8).
 
El Dios de las grandes maravillas frente al Faraón es el mismo que te lleva por el desierto también. ¡No te des por vencido, admitiendo una derrota que no está ahí! Si Dios no te lleva derechito a lo que te prometió es solo porque TE AMA. Su preocupación principal no es el tiempo, sino TÚ. No era su preocupación el tener a los Israelitas en la tierra prometida unas pocas semanas antes. Su mayor preocupación eran ELLOS. Si te fijas en el pasaje, es como si Dios estuviera escéptico. Dios no es una máquina, un robot. Es Alguien que piensa. Piensa en ti y en tu bien. En este caso, estaba preocupado por los Israelitas, de que si se iban por el camino más corto era posible que vieran la guerra y de ese modo ¡se regresaran a Egipto! Amigo mío, Dios piensa en ti. El camino más corto puede tener cosas con las que no puedas lidiar. ¿Has pensado alguna vez que si todo viniera como lo has planeado, te habrías regresado a Egipto, al mundo de nuevo? No sabes.
 
Y yo tampoco. Pero sí se algo; que cualquier cosa que tenga, dondequiera que ahora esté es el camino que el Señor ha escogido para mí. Y en eso tengo paz. Porque Dios guía el camino y Él solo escoge lo mejor para mí. Y lo mejor es estar cerca de Él, aunque el camino parezca ser un poquito más largo. El propósito es NUNCA acortar las promesas. Las promesas vendrán, porque Dios ha HABLADO. Pero sin peligro de tener miedo y hacernos para atrás, o de ser tentado y hacer lo mismo. El camino de tu vida puede que no sea exactamente como lo has planeado. Pero puedo decirte, es como DIOS lo planeó. Es DIOS quien lo pensó así para TI. Y siendo así, es lo mejor. Levántate, camina esa senda, vive por hoy, no te preocupes por el mañana y Dios guiará tu vida, No hacia frustración sino a lo que esperas, no… a más de lo que piensas y esperas. No te des por vencido en lo que sea divino. No dejes de orar por eso.
 
Anastasios Kioulachoglou

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