miércoles, 9 de mayo de 2012

Así será la “tormenta solar catastrófica”

En febrero de 2010 tuvo lugar en las instalaciones de NOAA en Boulder, Colorado, un simulacro atlántico conjunto de tormenta solar extrema entre NASA y Comisión Europea, para testar cuáles serían las capacidades de gestión del fenómeno.

Su resultado fue claro: un apagón tecnológico en amplias zonas de Europa y EEUU, en tan solo 5 días desde el inicio de la detección del fenómeno en la superficie del sol, tomado como condición del simulacro.
Constatado el fracaso del simulacro y la insuficiencia de medios para poder hacer frente a la situación, NASA y Comisión Europea realizaron contundentes recomendaciones a los distintos Estados de Europa y EEUU en distintos sentidos.
Entre ellas la petición de la puesta en marcha de campañas públicas informativas centradas en las consecuencias que podría tener una tormenta solar extrema, y, en especial, en los concretos preparativos que serían recomendables que adoptaran las familias para caso de, hipotética pérdida prolongada del suministro eléctrico, la calefacción, el agua corriente y los stocks alimenticios en grandes núcleos urbanos.
La campaña informativa, decían, debería ser realizada aprovechando el tirón de las redes sociales como “facebook y twitter” para potenciar su difusión y los Gobiernos deberían poner en marcha, además, una oficina nacional de atención al ciudadano.

Así será la tormenta solar catastrófica
A punto de cumplirse ya 2 años de dicho importante simulacro atlántico, en el que no estuvo España, desde el Observatorio del Clima Espacial han querido llamar la atención sobre este hecho y recordar cuáles podrían ser algunos de los efectos potenciales para la población de un evento considerado de alto impacto pero de baja probabilidad (HILF, High Impact Low Frecuency Event), y ante el que se están tomando medidas preventivas concretas en otros países con nuestra exacta latitud geográfica y grado de exposición, como Portugal.
El “Evento Carrington” de 1859, que, como ha puntualizado NASA,
pudiese repetirse “en 100 días o en 100 años”
Recuerdan, además, que más que un problema del sol que observa su normal funcionamiento es un problema sistémico de nuestras redes y nuevas tecnologías, que no han tomado suficientemente en consideración este tipo de riesgo natural en su desarrollo de las últimas décadas, lo que nos haría vulnerables, a expensas de una repetición un determinado tipo de fenómeno geomagnético solar desencadenante, como el “Evento Carrington” de 1859, que, como ha puntualizado NASA, pudiese repetirse “en 100 días o en 100 años”.
Piden, por tanto, la adopción de medidas integrales nacionales y de carácter permenente, a adoptar desde ya, como normal opción preventiva al igual que están haciendo Francia, Alemania, Portugal, Italia, y otros 10 países europeos de nuestro entorno.

Así será la tormenta solar catastrófica
La previsión del componente “E3″ del pulso electromagnético, han
querido puntualizar, en tanto que es el generalmente reconocido en caso de
tormenta geomagnética severa, como la de Quebec en 1989
La siguiente descripción de posibles consecuencias para la población civil tras esos “5 días” a partir del inicio del fenómeno, está basada en los informes sobre los riesgos del clima espacial de la OCDE, Protección Civil de Alemania, los informes independientes de las Aseguradoras Lloyd’s y Allianz, el informe de la Academia de Ciencias Americana encargado por NASA, en el informe “En la oscuridad: planificación militar para un evento tecnológico catastrófico para las infraestructuras” del Comando Norte del Ejército de los EEUU, en el reciente informe del Parlamento Británico, de noviembre de 2011 y en el más reciente informe del grupo de Expertos para la Comisión Europea hace tan solo unas semanas.
Por último dicha estimación incluye, únicamente, la previsión del componente “E3″ del pulso electromagnético, han querido puntualizar, en tanto que es el generalmente reconocido en caso de tormenta geomagnética severa, como la de Quebec en 1989.
No se incluye, por tanto, estimación de afectación de elementos electrónicos independientes o desconectados en red, cuenten o no con protección faraday en virtud de los componentes E1 y E2 propios de los pulsos de origen artificial, que sólo algún informe puntual, como el del Ejército de los EEUU, toman en consideración para un hipotético EMP solar.
Una vez desencadenado el EMP solar resulta comunmente reconocido que la situación de colapso podría oscilar entre sólo unas horas o unos días, a 2 años, pudiendo tener un alcance multi continental (evento Carrington de 1859), nacional, o regional (ejemplo de esto último el caso de Quebec de 1989), dependiendo de distintas circunstancias.

Así será la tormenta solar catastrófica
Posibles efectos inmediatos al desencadenamiento del “EMP solar”, 5 días despues del fenomeno solar
1- Posible incremento de la accidentalidad aérea.
Afectación del tráfico aereo posible necesidad de elaborar protocolos para aterrizajes de emergencia reconocida por las autoridades de EEUU y Reino Unido.
2- Posible incremento de la accidentalidad de tráfico rodado y de medios de transporte por rail (trenes, tranvías, pero también metros en grandes
ciudades) por fallo de semáforos y señalizaciones eléctricas.
3- Posible desencadenamiento de distintos incendios de tipo eléctrico, como se verificó en el evento Carrington de 1859, con la dificultad añadida de la posible paralela afectació de los medios anti incendio. La posibilidad de grandes incendios multiples y simultáneos puede suponer grandes dificultades para una correcta evacuación ordenada de determinadas zonas (en especial sobre todo ello, el informe OCDE “Geomagnetic storms”).
4- Posible fallo general del suministro eléctrico industrial. Posible desencadenamiento de accidentes industriales, en refinerias, plantas químicas, etc, dependiendo de la adecuación de sus protocolos de apagado, reservas diesel de emergencia, etc.
5- Posible fallo general también del suministro eléctrico a domicilios: falla desde la iluminación eléctrica hasta la alimentación de los enchufes donde van los frigoríficos, las cocinas eléctricas, el microondas, el modem para internet, la radio, el portatil o la televisión. O los sistemas de aire acondicionado recomendables para población vulnerable en caso de altas temperaturas y olas de calor.
6- Posible afectación del funcionamiento de ascensores, montacargas y otros sistemas de elevación eléctricos; posible incremento de la accidentalidad y de la multiplicación de situaciones de personas atrapadas, precisadas de rescate, en el conjunto de las ciudades. Deben ser tomadas en consideración las posibles dificultades de evacuación del edificio para personas en cama o de movilidad reducida, en caso de verificarse el no funcionamiento de los ascensores.
7- Posible corte del suministro de agua potable por encima de la segunda planta de edificios al fallar el bombeo. En plantas bajas el suministro prexistente en red continuaría por puro efecto de la presión, mientras haya, y la gravedad.
8- Posible imposibilidad de suministrar combustible desde los depósitos y estaciones de servicio, por fallo de las bombas eléctricas (en particular sobre este aspecto, informe de Protección civil Alemania).
9- Posible caida inmediata de las redes de telefonía móvil.
Posiblemente en pocas horas terminaría de fallar todo el resto de telefonía y radio, dificultando enormemente la gestión para informar a la ciudadanía e intentar dar – después del evento – las claras recomendaciones que, lamentablemente, no se dieron antes del mismo.
10- Posible imposibilidad de retirada de efectivo en cajeros automáticos, posible desaparición de hecho de bases de datos electrónicas bancarias, financieras o tributarias no protegidas para EMP.

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