jueves, 9 de mayo de 2013

Miles de jóvenes marcharon con fervor en el Día de Jerusalén




Decenas de miles de presonas, en su mayoría jóvenes marcharon por las calles de Jerusalén en un desfile que conmemora el 46 aniversario de la "reunificación" de la ciudad en 1967. Poco antes de que se iniciara la marcha, diez palestinos fueron detenidos por la Policía tras protagonizar disturbios en protesta por la convocatoria de la Municipalidad de Jerusalén.
El portavoz de la Policía, Miki Rosenfeld, explicó que los altercados se registraron en la Puerta de Damasco, junto a la ciudad vieja de Jerusalén, cuando un grupo de palestinos trató de alterar el orden en medio de los preparativos del desfile.
Se conmemoró con esta marcha y otros actos el aniversario de la reconquista de la parte este de la ciudad en la Guerra de los Seis Días, de 1967.
Denominada "Marcha de las Banderas", la procesión recorrió barrios judíos y árabes con banderas de diferentes tamaños, en el último caso, precisamente donde son constantes las fricciones entre las dos comunidades.
Numerosos grupos y movimientos judíos tomaron parte en el acto conmemorativo.
Varios grupos de jóvenes judíos se concentraron bailando y coreando consignas en la Puerta de Damasco, ante la protesta de algunos palestinos, algunos de los cuales portaban banderas de Palestina en señal de provocación.
El intendente de Jerusalén, Nir Barkat; el presidente, Shimón Peres, y otras autoridades participaron en uno de los actos de estado celebrados en la Colina de las Municiones (Guivat Hatajmoshet), donde se libraron las principales batallas durante la guerra de 1967.
En una entrevista con el diario "The Times of Israel", Barkat rechazó cualquier posibilidad de que los palestinos puedan tener algún día soberanía sobre una parte de la ciudad santa y propuso que en su lugar renombren a Ramallah


como "Jerusalén Norte".
El intendente afirmó también que "es ridículo que los judíos no puedan rezar en el Monte del Templo".
Los palestinos exigen que Jerusalén Este sea la capital de su futuro Estado mientras que la comunidad internacional no reconoce la anexión de la parte oriental de la ciudad por parte de Israel, que en 1980 aprobó la denominada Ley de Jerusalén, que la declara la capital "eterna e indivisible" de Israel.
El ministro para Asuntos de Jerusalén, Naftalí Bennett, enfatizó en un acto en el Parlamento (Kneset) que "Jerusalén quedará unida para siempre, no hay otra Jerusalén".
La jornada se ha visto marcada igualmente por el arresto e interrogatorio durante seis horas del gran mufti de Jerusalén, jeque Mohamed Husein, por la Policía, que lo dejó posteriormente en libertad sin cargos.
Husein fue detenido en su domicilio del barrio de Yabel Mukaber, en Jerusalén Este, en relación a disturbios ocurridos en el Monte del Templo, - conocido por los musulmanes como la Explanada de las Mezquitas - donde varios palestinos arrojaron sillas contra un grupo de visitantes judíos.
El recinto alberga la mezquita de Al Aqsa y la dorada Cúpula de la Roca, que los musulmanes edificaron sobre el Monte del Templo, donde estaba situado el bíblico Templo de Jerusalén.
El arresto del mufti de Jerusalén fue duramente condenado por el presidente palestino, Mahmud Abás, que lo calificó de "un osado reto a la libertad de culto".
Los disturbios en el Monte del Templo y la detención del muftí repercutieron en el Parlamento jordano, que aprobó la expulsión del embajador israelí de Ammán.
El presidente de Israel pidió a Jordania que reconsiderara esa decisión en un discurso pronunciado hoy en Jerusalén.
"La paz con Jordania nos es muy querida, respetaremos todos los lugares santos para todas las religiones y se hará todo lo posible para mantener la seguridad tal como acordamos entre nosotros", expresó Peres. EFE y Aurora

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