jueves, 31 de octubre de 2013

¿Un nuevo mundo anunciado?

¿Un nuevo mundo anunciado?

Este es un extracto del libro titulado: “Una revelación divina del Cielo” de Mary Baxter.



PARAISO DE PAZ

Y entonces volvió a suceder. De nuevo me hallé junto al Señor Jesús, y nos elevamos a gran altura… hacia el cielo.

Jesús Me dijo: “Quiero mostrarte el amor y la bondad de Dios y porciones del cielo. Deseo que veas las maravillosas obras del Señor, que son tan hermosas de contemplar.”

Un ángel vino a nuestro encuentro y me dijo: “Mira la bondad del Señor tu Dios. Su misericordia permanece para siempre.”

Había tal sensación de amor y ternura alrededor del ángel que yo estaba a punto de llorar cuando de nuevo me habló: “Contempla el poder, fuerza y majes tad de Dios. Déjame mostrarte el lugar que Él ha crea do para los niños.”

De repente, un gran planeta emergió ante noso tros, uno que parecía ser tan grande como la tierra.

(Apocalipsis 21:1-2)1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Lo siguiente que oí fue la voz del Padre que dijo:

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno. El Padre y el Hijo son uno, y el Padre y el Espíritu Santo son uno. Envié a mi Hijo a morir en una cruz para que nadie tenga que perderse.

En breve voy a mostrarte el lugar que he hecho para mis niños. Me interesan en gran manera todos los niños. Me interesa cuando una madre pierde a un hijo, incluso cuando el fruto del vientre es echado antes de su tiempo. Sabes, conozco todas las cosas y sí me interesa.

Desde el momento en que hay vida en el vientre, Yo me entero. Sé de los bebés que son asesinados mientras están todavía dentro del cuerpo de su madre… las vidas abortadas que son desechadas e indeseadas. Sé de las criaturas que nacen muertas y de las que nacen con defectos paralizantes. A partir del momento de su concepción, cada una de ellas es un alma.

Mis ángeles bajan y me traen a los niños cuando mueren. En el cielo se les ama y se convierten en seres perfectos. Les doy cuerpos sanos y restituyo cualquier miembro que hayan perdido. Les doy cuerpos perfeccionados.

Por todo el planeta había una sensación de que uno era amado, un sentido de bienestar perfecto. Todo era perfecto. Aquí y allá en medio de la exuberante hierba verde y de los estanques de agua cristalina y transparente había asientos de mármol y bancos de madera finamente pulida.

Por todas partes que veía, había niños que participaban en toda clase de actividades. Cada niño vestía una túnica nítida blanca y sandalias. Las vestiduras blancas eran tan brillantes que resplandecían con la magnífica luz del planeta. Una profusión de color por todas partes acentuaba la blancura de los trajes de los niños. Los ángeles eran los guardas de la entrada y los nombres de los niños estaban todos escritos en un libro.

Ví a los niños aprender la Palabra de Dios y música, la cual se les enseñaba con un libro dorado. Me sorprendí al ver animales de todo tipo acercárseles a los niños o sentarse junto a ellos mientras estaban en esta escuela angelical.

No había lágrimas ni sufrimiento. Todo era supremamente hermoso. El gozo y la felicidad estaban por todas partes.

Entonces, el ángel me mostró otro planeta que brillaba como una gran luz ante mí. La luz brillaba con el fulgor de un millón de estrellas y todo lo que había en el planeta era hermoso y estaba vivo. En la distancia vi dos montañas de oro puro, mientras que cerca de mí había dos puertas doradas, en las cuales había incrustados diamantes y otras piedras preciosas.

Sabía en mi corazón que ésta era la tierra nueva y que la ciudad que aparecía en todo su esplendor ante mí era la Nueva Jerusalén… la ciudad de Dios tal y como descenderá a la tierra.

Vean ahora esta noticia:


Descubierto un nuevo sistema solar similar al nuestro: ¿hogar de una segunda Tierra?
Astrofísicos europeos han descubierto un sistema solar muy similar al nuestro, en el que siete planetas orbitan alrededor del astro KOI-351, según el Centro Alemán de Cosmonáutica y Aeronáutica.
“Ningún otro sistema planetario evidencia una coincidencia semejante con la arquitectura de nuestro hogar cósmico“, explicó el astrofísico del Instituto de Investigación Plantearia de Berlín Juan Cabrera.
“Tal como en nuestro sistema solar, en las órbitas internas hay planetas telúricos de un tamaño similar al de la Tierra y en las órbitas más externas, gigantes gaseosos similares a Júpiter y Saturno”, declaró el científico.
 
“Hemos de subrayar lo importante que es este descubrimiento. Es un gran paso en la búsqueda de un gemelo de nuestro sistema solar y por lo tanto también de una segunda Tierra”, añadió.

Es un gran paso en la búsqueda de un gemelo de nuestro sistema solar y por lo tanto también de una segunda Tierra
Los siete planteas detectados por Cabrera y su equipo orbitan alrededor de la estrella KOI-351. Cuatro de ellos tienen periodos orbitales de entre 7, 9, 92 y 125 días y los de los otros tres son de 331, 211 y 60 días, similares a los de la Tierra, Venus y Mercurio. 
El planeta más alejado de este sistema solar gira alrededor del astro a una distancia de 150 millones de kilómetros, una distancia similar a la existente entre la Tierra y el Sol, indicó Cabrera.
Lo que ha llamado la atención en este sistema es que está ordenado. Su arquitectura es muy similar a la de nuestro sistema solar

“Lo que ha llamado la atención en este sistema es que está ordenado. Su arquitectura es muy similar a la de nuestro sistema solar. Ese es el principal interés: este nuevo sistema nos puede ayudar a entender cómo se formó el nuestro”, apunta el científico.
Las conclusiones del estudio han sido publicadas en la revista científica ‘Astrophysical Journal’. 

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