Jana Beris , corresponsal de El Universal de México, GDAViernes 17/08/2012
Las declaraciones sobre la eventualidad de un ataque israelí a las instalaciones nucleares de Irán continúan preocupando y quizás hasta confundiendo a la ciudadanía israelí. Una de las grandes preguntas, más allá de si habrá o no ataque, es si Israel está listo para lidiar con lo que se estima sería la respuesta de Irán, o directa o a través de sus misiles sobre la población civil.
En eso pensó sin duda el israelí promedio al anunciarse esta semana el aviso experimental del Comando de Defensa Civil, que enviará un mensaje de texto como nueva forma de alerta. Por ahora solo sería un mensaje que diga algo así como: “este es el ejercicio del comando civil”. Pero en el momento de la verdad el mensaje indicaría que hay un misil camino a Israel, en qué zona es probable que caiga, cuándo entrar al refugio y cuándo abstenerse de salir de casa.
Por todos los medios, prensa, radio y televisión, se avisó durante el pasado fin de semana que el domingo 12 a las 06:00 de la mañana la ciudadanía en ciertas zonas comenzaría a recibir esos anuncios experimentales y que el ejercicio de prueba duraría varios días, alcanzando diversas ciudades.
En medio de serias críticas al estado de preparación de la población civil, el ejercicio demoró y cerca del mediodía el Comando de Defensa Civil tuvo que confirmar que “en realidad, lo postergamos para el martes” pasado.
Los mensajes llegaron en cuatro idiomas: hebreo, árabe, inglés y ruso. Ciudadanos israelíes de habla hispana se quejaron en las redes sociales porque el mensaje no se envió también en español. Sin embargo, el Comando de Defensa Civil aclaró que en situación de emergencia real habrá también respuesta en otros idiomas, español entre ellos.
La relevancia de discutir si la población civil está lista para lidiar con una nueva guerra se debe a la certeza de que, en caso de que Israel ataque instalaciones nucleares de Irán, la respuesta será una lluvia de misiles sobre la población civil.
Paralelo al debate sobre los preparativos para proteger a la ciudadanía hay una intensa discusión sobre la “sabiduría” o “irresponsabilidad”—según quién hable— de un ataque israelí contra Irán. El gabinete ha aprobado ampliar los poderes del premier en algo que parece meramente técnico, como el orden de votación y el manejo de la votación telefónica de los ministros en caso de necesidad, pero hay analistas que estiman que esto puede ser importante en situaciones de presión.
El posible ataque derivaría, según los analistas, en una lluvia de misiles desde Irán que podría complicarse con ataques de Hezbolá desde el Líbano y de milicias palestinas desde Gaza.
Al menos en lo que a Hezbolá respecta, su arsenal es mucho mayor de lo que tenía en su poder cuando comenzó la guerra en Líbano en julio del 2006, lo cual se podría traducir en un período mucho mayor de disparos hacia Israel, y en una intensidad con la que sea más difícil aún lidiar. Lo mismo sucede con Hamas, en el frente sur.
Ayer, más de 400 israelíes, entre los que se cuentan prominentes profesores universitarios, firmaron una petición en internet en la que piden a pilotos de combate de la Fuerza Aérea israelí que rechacen obedecer órdenes para atacar Irán. La solicitud, de la que da cuenta el diario Haaretz, califica la eventual decisión de lanzar un ataque contra Irán como “error de alto riesgo” que sólo retrasará el programa nuclear iraní sin detenerlo, y por el que se pagará un “precio exorbitante”.
Pero el ministro israelí saliente de Defensa Civil, Matan Vilnai, aseguró que todo está preparado para un eventual enfrentamiento. “Las estimaciones son de una guerra que duraría 30 días y se llevaría a cabo en varios frentes”.
Dura disputa mediática
El presidente de Israel, Shimon Peres, aseguró ayer que su país no puede obligar a Irán a suspender sus planes nucleares si lo hace solo y rechazó la posibilidad de un ataque sin Estados Unidos.
Por ello “les aclaro que debemos proceder junto con Estados Unidos” para bloquear los planes iraníes, al cual Israel y potencias occidentales acusan de desarrollar planes nucleares con objetivos militares.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Ehud Barak, han elevado el tono de sus declaraciones a favor de un ataque contra Irán, incluso sin el visto bueno de EE.UU.
En Teherán, el líder supremo de la revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, en una reunión con ex combatientes de la guerra entre Irán e Iraq, señaló que el Estado de Israel “será borrado de la geografía mundial” y su territorio “devuelto a la nación palestina”. Jamenei dijo que Israel es una “excrecencia” en Medio Oriente y está destinado a desaparecer.
En eso pensó sin duda el israelí promedio al anunciarse esta semana el aviso experimental del Comando de Defensa Civil, que enviará un mensaje de texto como nueva forma de alerta. Por ahora solo sería un mensaje que diga algo así como: “este es el ejercicio del comando civil”. Pero en el momento de la verdad el mensaje indicaría que hay un misil camino a Israel, en qué zona es probable que caiga, cuándo entrar al refugio y cuándo abstenerse de salir de casa.
Por todos los medios, prensa, radio y televisión, se avisó durante el pasado fin de semana que el domingo 12 a las 06:00 de la mañana la ciudadanía en ciertas zonas comenzaría a recibir esos anuncios experimentales y que el ejercicio de prueba duraría varios días, alcanzando diversas ciudades.
En medio de serias críticas al estado de preparación de la población civil, el ejercicio demoró y cerca del mediodía el Comando de Defensa Civil tuvo que confirmar que “en realidad, lo postergamos para el martes” pasado.
Los mensajes llegaron en cuatro idiomas: hebreo, árabe, inglés y ruso. Ciudadanos israelíes de habla hispana se quejaron en las redes sociales porque el mensaje no se envió también en español. Sin embargo, el Comando de Defensa Civil aclaró que en situación de emergencia real habrá también respuesta en otros idiomas, español entre ellos.
La relevancia de discutir si la población civil está lista para lidiar con una nueva guerra se debe a la certeza de que, en caso de que Israel ataque instalaciones nucleares de Irán, la respuesta será una lluvia de misiles sobre la población civil.
Paralelo al debate sobre los preparativos para proteger a la ciudadanía hay una intensa discusión sobre la “sabiduría” o “irresponsabilidad”—según quién hable— de un ataque israelí contra Irán. El gabinete ha aprobado ampliar los poderes del premier en algo que parece meramente técnico, como el orden de votación y el manejo de la votación telefónica de los ministros en caso de necesidad, pero hay analistas que estiman que esto puede ser importante en situaciones de presión.
El posible ataque derivaría, según los analistas, en una lluvia de misiles desde Irán que podría complicarse con ataques de Hezbolá desde el Líbano y de milicias palestinas desde Gaza.
Al menos en lo que a Hezbolá respecta, su arsenal es mucho mayor de lo que tenía en su poder cuando comenzó la guerra en Líbano en julio del 2006, lo cual se podría traducir en un período mucho mayor de disparos hacia Israel, y en una intensidad con la que sea más difícil aún lidiar. Lo mismo sucede con Hamas, en el frente sur.
Ayer, más de 400 israelíes, entre los que se cuentan prominentes profesores universitarios, firmaron una petición en internet en la que piden a pilotos de combate de la Fuerza Aérea israelí que rechacen obedecer órdenes para atacar Irán. La solicitud, de la que da cuenta el diario Haaretz, califica la eventual decisión de lanzar un ataque contra Irán como “error de alto riesgo” que sólo retrasará el programa nuclear iraní sin detenerlo, y por el que se pagará un “precio exorbitante”.
Pero el ministro israelí saliente de Defensa Civil, Matan Vilnai, aseguró que todo está preparado para un eventual enfrentamiento. “Las estimaciones son de una guerra que duraría 30 días y se llevaría a cabo en varios frentes”.
Dura disputa mediática
El presidente de Israel, Shimon Peres, aseguró ayer que su país no puede obligar a Irán a suspender sus planes nucleares si lo hace solo y rechazó la posibilidad de un ataque sin Estados Unidos.
Por ello “les aclaro que debemos proceder junto con Estados Unidos” para bloquear los planes iraníes, al cual Israel y potencias occidentales acusan de desarrollar planes nucleares con objetivos militares.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Ehud Barak, han elevado el tono de sus declaraciones a favor de un ataque contra Irán, incluso sin el visto bueno de EE.UU.
En Teherán, el líder supremo de la revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, en una reunión con ex combatientes de la guerra entre Irán e Iraq, señaló que el Estado de Israel “será borrado de la geografía mundial” y su territorio “devuelto a la nación palestina”. Jamenei dijo que Israel es una “excrecencia” en Medio Oriente y está destinado a desaparecer.
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