“NINGUNA PERSONA QUE SE DICE CRISTIANA PUEDE CREER EN LA REENCARNACION”
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La reencarnación, rompecabezas milenario – Por Pablo Santomauro
La reencarnación
Rompecabezas Milenariopor Pablo Santomauro
Esta tarde, dentro de la temática de la Nueva Era (NE), estaremos viendo de cerca la fascinante doctrina de la reencarnación, creencia que es común a todos los grupos que integran la red de la NE, y que es, en mi opinión, la cual yo respeto muchísimo, una de las creencias más atractivas para el integrante de esta sociedad moderna. (Ya veo unas sonrisas entre ustedes; buen comienzo.)Rompecabezas Milenariopor Pablo Santomauro
Recuerden que el secularismo humanista en los decenios de los cincuenta al setenta, creó un vacío espiritual en el hombre moderno. Cuando se le enseña a la gente que Dios no existe, que el hombre es la medida de todas las cosas, que la ciencia tiene o va a tener todas las respuestas a los planteos de la raza humana, y luego la gente se da cuenta que se le ha engañado, lógicamente hay consecuencias.
La ciencia no tiene respuestas a preguntas tales como “Quienes somos”, “Cuál es el propósito de nuestras vidas”, “Hacia donde vamos”, o “Que hay después de la muerte”. Esto produce un vacío, y esta necesidad espiritual en la gente es llenada en muchos casos por las ideas místicas del oriente, provenientes en su mayoría del hinduísmo y el budismo.
Las estadísticas nos dicen que promedialmente en Europa y Norteamérica, un tercio de la población cree en alguna forma de reencarnación. Esto es significativo porque hace sesenta años la mayoría de la población consideraba que esta creencia bordeaba en los límites del lunatismo o la superstición ocúltica del oriente.
“Reencarnación” es una palabra de uso común hoy en día. Personas que usualmente lo miran a uno de reojo, con desconfianza o burlonamente si usted les habla de Jesucristo, ni siquiera se inmutan cuando escuchan a alguien hablar de “nirvana”, “karma”, o “vidas anteriores”. Comentarios como “nos conocimos en otra vida” son comunes hoy en día, y más allá de que mucha gente lo toma a la ligera, hay detrás del comentario una presuposición filosófica.
Es más, la reencarnación está pasando a ser un concepto ya aceptado como una realidad entre muchos, entre artistas famosos, por ejemplo. Willie Nelson, cantante de música “country”, a los 65 años de edad, en un reportaje en la revista Esquire, declaró: “Todos ya hemos sido reencarnados al menos un millón de veces.” En el mismo artículo, con referencia a las religiones, dice algo muy repetido en estos días: “Yo creo que todos los caminos conducen al mismo lugar.” Curiosamente, el artículo se titula, con palabras de él: ”Lo que he Aprendido” - lamentable.
Sylvester Stallone está convencido de que en una de sus vidas anteriores fue un “chango” o “simio” en América Central (demasiados golpes en la cabeza entrenando para las películas “Rocky”). Estas cosas demuestran que se puede ser un artista famoso o un actor famoso y estar en bancarrota intelectualmente.
- Shirley MacLaine es la que le ha dado más popularidad. Ya a estas alturas, esta anciana leyenda de la pantalla grande, se ha convertido en prácticamente una gurú para millones de personas.
Orígenes y expansión de la doctrina
El origen de la doctrina es antiguo. Ya Sócrates la menciona llamándola, “esa antigua doctrina”. Quiere decir que en los tiempos en que Sócrates se deleitaba en sus apasionados encuentros homosexuales con hermosos jóvenes griegos, ya se le llamaba “antigua”.
En efecto, cuando Buda comenzó a predicar su mensaje en el norte de la India, allá por el año 500 a.C., la idea ya había sido aceptada entre los filósofos de la época. Se calcula que la idea fue formulada alrededor del siglo noveno antes de Cristo.
Buda, quien en realidad nació hindú, vivió como hindú, y murió como hindú, creía en la doctrina. Claro, este personaje no fue necesariamente un genio. Un individuo que dice estar preocupado por el sufrimiento en el mundo y como solución decide abandonar a su mujer y su hijo de por vida, o sea agregar más sufrimiento en el mundo, padece de un coeficiente intelectual precario, evidentemente.
Con el paso del tiempo, la doctrina se expandió desde la India a toda Asia. Ya en el siglo tercero a.C., fue aceptada en China y Japón donde se transformó en una creencia religiosa establecida como una verdad indiscutida.
Aquí en el occidente, nunca tuvo mucha aceptación hasta que hace unos 120 años las ideas religiosas de oriente fueron introducidas en América a través de gente como Max Müller (traductor de un compendio de 50 volúmenes llamados Los Libros Sagrados del Oriente), y sectas como la Sociedad Teosófica, un movimiento sincretista comenzado por Madame Blavastsky en el Reino Unido. Estos y otros propulsaron incansablemente las doctrinas hindues y budistas como parte de su oposición rabiosa al Cristianismo.
El celo evangelístico de estos grupos, sumado a la llegada de numerosos gurús hindúes – 1890: Swami Vivekenanda, 1920: Paramhansa Yogananda, culminando con personajes como Maharishi Mahesh Yogi (fundador de la Meditación Trascendental), el niño Maharaj Ji, Suami Prabhupada de los Hare Krishnas, y cientos más de menos reputación que siguen arribando a la meca del poderoso dólar- jugó un rol pivotal en la popularidad de la doctrina de la reencarnación.
¿Han notado que estos maestros “iluminados” del oriente no van a predicar o establecer sus escuelas de pensamiento al Africa ni a Sudamérica, ni a zonas empobrecidas del planeta? Vienen a Norteamérica, Europa o Australia – obviamente es donde hay más dinero.
Finalmente, mencionemos que los esfuerzos de la Nueva Era han hecho posible que la reencarnación sea ampliamente aceptada en nuestra sociedad.
No podemos subestimar el rol que jugó en el decenio de los sesenta, Edgar Cayce. Este hombre fue como un “gurú americano” entre muchos jóvenes de la cultura de la droga de la época, aunque sus libros pueden ser encontrados hoy entre gente que nunca fritó su cerebro con sustancias narcóticas.
Se le conoció como el “profeta durmiente” porque en sus trances tomaba la apariencia de estar dormido. Fue este hombre el que rechazó el concepto oriental de la transmigración y lo modernizó enseñando que la reencarnación tomaba lugar de cuerpo humano a cuerpo humano, en lugar de insectos, cangrejos, o tulipanes.
Lo inverosímil es que aun hoy tenemos gente que lo toma en serio. Edgar Cayce profetizó que Atlantis sería redescubierta en 1984. ¿Saben que pasó en 1984? Bueno, ¿han visitado últimamente la ciudad de Atlantis? Yo voy los fines de semana.
¿Qué es lo que se reencarna?
Antes de continuar, es necesario dejar en claro conceptos que no se manejan correctamente hoy en día. Contrariamente a lo que muchos suponen, la doctrina original de la reencarnación tal cual fue formulada y sigue siendo aceptada en el oriente, no habla de una entidad personal, un alma con su personalidad definida, sus habilidades, sus gustos, sus memorias o su conocimiento (porque eso es el alma, lo que una persona es), siendo transferida de un cuerpo a otro, de una vida a otra.
La doctrina original dice que lo que se transfiere de un cuerpo a otro es una esencia impersonal, atman o purusha, una entidad totalmente carente de los atributos que forman una personalidad o un alma; una especie de “yo impersonal” (o sea, una contradicción en términos, un oximoron – es como decir un chaparro (o un petiso) bastante alto , o un demonio decente.
Este atman es la entidad que se reencarna, por supuesto que acompañada de la deuda kármica que la persona anterior pueda tener.
Todos los atributos o las propiedades de la persona o el alma, entre ellas la memoria, dejan de existir en el momento de la muerte. Esto por si solo destruye cosas como: “¿Nunca has estado en un lugar y has tenido la impresión de que ya has estado anteriormente ahí?”
También es un problema para aquellos casos de personas que supuestamente recuerdan detalles de sus “vidas pasadas”, por lo general bajo trance hipnótico. Por esto es que los gurús o maestros orientales, en su gran mayoría no consideran las experiencias de vidas pasadas como prueba válida para demostrar la reencarnación.
Estas experiencias son apreciadas con más fervor por gente en este lado del mundo, probablemente como resultado de la ignorancia de lo que es realmente la doctrina de la reencarnación. Es por ello que la versión moderna de la reencarnación (Nueva Era) es sustancialmente diferente a la de las religiones de oriente.
Modificaciones hechas al concepto de la reencarnación para introducirlo en las civilizaciones más avanzadas.
Esta es la forma en que se re-empaquetó la teoría de la reencarnación para vendérsela al pagano moderno en nuestras sociedades. Se hicieron cambios:
- Lo que se reencarna es la personalidad. El concepto de algo impersonal reencarnándose (atman o purusha) es muy abstracto para nosotros, por lo tanto hubo que adornarlo o cambiarlo. Hoy se enseña que lo que se reencarna es el alma, la cual preserva los atributos de personalidad de una vida a otra. Después de todo, usted no puede enseñarle al hombre y la mujer modernos, infatuados con ellos mismos, centrados en ellos, obsesionados con los placeres, el sexo, el dinero y todas las comodidades posibles, que sus memorias desaparecerán o que se extinguirá completamente cuando se muera.¿Recuerdan el hombre que creía en la reencarnación y al morir, en su testamento se dejó todo su dinero a él mismo? Ese es el hombre moderno.
- La reencarnación es siempre de ser humano a ser humano. La idea original de la reencarnación dice que luego de la muerte, el alma no se va ni al cielo ni al infierno, sino que se puede reencarnar en cualquier cosa. Debido a serias ofensas el ser humano puede pasar a ser un animal, un insecto, o un cangrejo. Es por ello que en esas tierras la gente practica el vegetarianismo, no se animan ni a matar a las pestes que afectan sus cultivos. Es por eso que la gente, en lugar de matar la cucaracha que le camina por la ropa, la recoge delicadamente con sus dedos y la deposita en el suelo para que se vaya, porque puede ser el tío Yogananda que se murió el mes pasado.Esta idea no era vendible, si se quiere, en nuestra cultura (superior en muchos aspectos gracias a la cosmovisión judeo-cristiana), entonces limitaron la transición solo de humano a humano. La Nueva Era presenta la reencarnación como una progresión espiritual hacia planos más altos de espiritualidad, siempre en una seguidilla de vidas humanas.
Edgar Cayce, a quien ya mencionamos, fue el que comenzó a enseñar que una vez que el alma alcanza por progresión a encarnarse en un ser humano, ya no puede volver hacia atrás, a reencarnarse en un insecto o animal.
Lo que enseñan hoy por estos lugares del planeta, es que el alma es la que se reencarna, con sus atributos personales y sus memorias. Se dieron cuenta que para el hombre moderno, la posibilidad de reencarnarse en un tomate es horripilante.
Después de todo se corre el riesgo de que luego de la muerte uno se reencarne en una flor silvestre, venga una vaca, se lo coma, pase por todo el proceso digestivo de la vaca, llegue al intestino y sea expulsado, ya convertido en otra sustancia. Sería horrible que una vez que usted esté allí fertilizando la pradera, pasara un amigo suyo y al reconocerlo le dijera, “No has cambiado nada”.
- Cambio de pesimismo a optimismo, de desesperanza a esperanza. En el oriente la reencarnación es considerada como una inescapable realidad de la vida. La mayoría de las religiones tradicionales en Asia ven la vida como una carga, como una condena incesante, algo que no podemos evitar. Una frase conocida en el oriente es “la rueda del renacimiento y el sufrimiento”: para ellos el nacer otra vez significa simplemente seguir sufriendo. Jamás se les cruzaría por la mente que la vida es una oportunidad maravillosa para vivir para la gloria del Creador.Responsable de esto es la condición infrahumana de miseria y explotación en la que viven las grandes masas en Asia. Esto ya viene desde Buda. El pensaba que la solución lógica al sufrimiento era el dejar de existir. Al no renacer otra vez, o sea, cuando se para la rueda somos absorbidos al “nirvana“, o sea dejamos de existir, nos extinguimos como se extingue la llama de una vela.
Una vez más reitero, Buda tenía problemas de materia gris. Concluyó que para no sufrir más, la gente tenía que eliminar todos los deseos, porque son los deseos la causa del sufrimiento. Yo creo que él se refutó a sí mismo, porque nunca perdió o eliminó su deseo de ir por la India predicando sus doctrinas.
Pero definitivamente, la teoría está fatídicamente teñida por la filosofía de estas religiones. Si uds. le preguntan a uno de esos individuos que viven en un monasterio en la cima de una montaña: “¿Cuál es su objetivo en la vida? La respuesta en general va a ser en estos términos :
“Estoy cansado de la rueda sin sentido del sufrimiento y el renacimiento. Quiero ser liberado de la esclavitud del karma, y por medio del dominio de las técnicas espirituales (austeridad / meditación / visualización / etc) unirme al Divino Absoluto, quiero que ésta sea mi última vida”
Entonces, si volver a nacer significa más sufrimientos, más aburrimiento, más cargas, seguir en la rueda, los que introdujeron la enseñanza en nuestros países supieron que no iban a poder venderle ese concepto a nuestras sociedades en el occidente.
Es por ello que tienen que cambiar el paquete o la envoltura, para hacerlo más atractivo pintaron la idea con colores más llamativos, comenzaron a enfatizar las cosas positivas de la vida, le dieron a todo esto matices optimistas. Es por ello que los reencarnacionistas modernos hablan de que las vidas van mejorando con cada reencarnación. Eso es atractivo para una sociedad como la nuestra que es materialista, siempre en pos del placer y el entretenimiento.
Si fuera cierto que los seres humanos van mejorando o van evolucionando con cada nueva vida, y se vienen reencarnando desde hace millones se años, se supone que nuestras sociedades ya tenían que haber mejorado notablemente.
¿Por qué es entonces que el mundo va cada vez más de peor en peor? ¿Por qué estamos viviendo tiempos caóticos donde la maldad de todo tipo avanza? ¿Por qué vemos el caos o el desastre acelerándose a todo nivel en el mundo?
Definición de “reencarnación” en la Nueva Era: la creencia de que nuestra alma después de la muerte es transferida a otro cuerpo en el momento del nacimiento.
Esto se repite por tiempo indefinido (millones de años quizás) hasta que el alma balancea su karma, alcanza la perfección y entonces deja de existir como individualidad, y pasa a ser uno con la deidad, conciencia universal, o el universo. El alma alcanza el Nirvana.
¿Qué es karma?
En la teología hindú no existe un dios personal que haga justicia, sentencie o dé recompensas como en la Biblia. En vez de eso tienen el karma, un principio impersonal es lo que decide, basado en lo bueno o lo malo hecho en vidas previas, si usted va a volver a nacer pobre, o rico, sano o enfermo, siervo o señor.
Podríamos definir “karma” como las acciones y pensamientos de la persona durante la vida que afectan su existencia en la próxima vida. También podríamos decir que el destino de una persona tal como ha sido determinado por sus actos anteriores.
Más simple aún, lo que hagamos en esta vida va a repercutir en la supuesta próxima vida.
Contexto cultural y religioso donde nace la doctrina
Yo los quiero invitar a considerar seriamente la fuente donde nace esta doctrina; es crucial ver los resultados de esta creencia en el terreno de la práctica.
Vayan a la India y vean como el hinduismo ha destruido este país; como ha destruido y destruye vidas preciosas ante los ojos de Dios.
Vayan a la India y vean la desesperanza tremenda en la gente, noten el impacto que doctrinas como esta causan en las vidas. No hay perdón en el hinduismo; usted tiene que hacer obras para llegar al cielo o lo que ellos entiendan por cielo. Se le enseñó a la gente que están atrapados en un círculo kármico donde a través de muchas reeencarnaciones pueden ser liberados de esta existencia.
¿Qué esperanza puede tener esta gente? Permítanme ilustrar esto; en la India, hoy en día, hay varios gurús que dicen que ellos son la reencarnación de Jesucristo. Yo no me explico como, suponiendo que fuera verdad, Jesucristo se puede reencarnar en tantas vidas al mismo tiempo (pero ese es otro punto). Aunque ciertamente la idea de una persona renaciendo en múltiples reencarnaciones parece menos descabellada cuando pensamos en la posibilidad de Hitler reencarnado por todo el pueblo palestino.
Pero supongamos que lo que dicen es verdad, que estos gurús sean todos Jesucristo reencarnado, ¿qué hace Jesucristo todavía reencarnándose? ¿Está pagando karma malo? Hace 2000 años, Jesucristo caminó por esta tierra, vivió una vida impecable, intachable, fue la bondad elevada a la potencia divina. De acuerdo con estos gurús, con ellos mismos, Jesucristo ya era un Brahman (casi Dios) en esa época, ¡estaba pronto para ingresar al Nirvana, tenía el boleto en la mano! ¡Pero resulta que todavía sigue reencarnándose en el día de hoy!
Si Jesucristo todavía sigue en la ruedita, ¿qué esperanza le queda a un pobre tipo como yo, o como usted, que rabiamos todos los días en el tránsito? El semáforo cambia para verde; se supone que verde significa “avance”, “muévase”, “adelante”, ¡todo el mundo sabe eso! Todo el mundo menos la persona que está primera en la fila de autos, y ud. ya pecó mi amigo, con la mente al menos ya perdió el control. Más karma negativo; yo tengo que salir de casa en la mañana con varias bolsas para poder cargar todo el karma negativo que junto durante el día, especialmente cuando conduzco. ¿Qué esperanza puedo tener si Jesucristo, la perfección por definición, aun se reencarna?
La absurdidad de la doctrina de la reencarnación, expresada en la noción de Jesucristo reencarnado en varias personas al mismo tiempo, no es nada comparado con lo que produce. Por eso es que hay una tremenda resignación en esta gente en la India. Esto, sumado a la idea de que el mundo es una iIusión, doctrina conocida con el nombre de “maya” (no tengo tiempo de elaborar en esto), crea una tremenda irresponsabilidad social, comunal y moral en la gente.
¿Qué quiero decir con esto? Que a nadie le importa nada. ¿Por qué debe importarle? ¿Para qué voy a ayudar a un mendigo en la calle? Si después de todo esa persona está así por que está pagando el mal que hizo en vidas anteriores. Ayudarlo sería interferir con la rueda del karma de esa persona. Además, ¡si lo ayudo corro el riesgo de echarme karma malo sobre mis hombros!
Es por ello que en ese país la gente y los niños se pueden morir de hambre mientras que las vacas andan libres por las calles. Los niños están revisando los botes de basura buscando algo de comer, vienen la vacas y literalmente los empujan y los quitan de en medio.
¡Esta es la vida en la India! Si José Alfredo Jimenez compuso en México “La Vida no vale nada”, imagínense lo que pudo haber compuesto si hubiera nacido en la India, su repertorio entero hubiera sido en la misma vena.
Podremos escuchar, “¡Oh, no! Yo conozco gente que es hindú y es gente maravillosa, una preciosura de gente, amables, no los cambio por muchos cristianos. Son gente que se interesa por otros, gente consciente, gente que ayuda, etc.” Es verdad, yo mismo doy testimonio de eso, pero les digo que su bondad y su caridad no proviene de su religión, proviene del hecho que son seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios.
El racismo en su expresión más cruda
El hinduismo histórico posee un racismo inherente descarado. El sistema de castas fue creado por los arios, una misteriosa raza de europeos blancos que fueron los que originariamente introdujeron las doctrinas que existen hoy en la India.
El Doctor Morey expresa:
Este despiadado sistema de castas fue inventado para proteger a los brahmanes blancos de contaminar su blancura sagrada con sangre negra. Las reglas consistían en que las personas tenían que desarrollar sus vidas estrictamente dentro de la casta en que nacieron. Las fronteras estaban claramente delineadas y a nadie se le permitía moverse de una casta a otra ni por casamiento ni por profesión.
El mecanismo de las castas está directamente ligado a la teoría de la transmigración del alma, en la cual el renacimiento determina la casta. Su renacimiento es predeterminado por su karma. Su karma, a su vez, es determinado por la forma en la que vivió su vida pasada. Por ejemplo: si usted nació con piel oscura, de padres “intocables” (la casta más baja en la comunidad hindú), su presente vida de miseria y pobreza es su castigo por haber sido malo en su vida previa. En otras palabras, usted tiene lo que se merece.
El pobre, el enfermo, el discapacitado, el de piel oscura, etc., son lo que son por su propia culpa. Merecen sus sufrimientos porque hicieron algo malo en la vida anterior y su karma los alcanzó en el presente. Nosotros no debemos interferir con sus sufrimientos porque si lo hacemos, los condenamos a experimentar sus sufrimientos en la próxima vida. Lo más correcto y noble que podemos hacer es dejarlos a su merced para que reciban toda la cuota de sufrimientos ahora y las cosas sean mejor en la vida que sigue.
Por otro lado, si usted nació de padres blancos, su vida de riqueza y placer es una recompensa por lo bueno que hizo en la vida anterior. Usted merece ser rico y blanco, se lo ganó. Por estas razones, no tenemos la obligación moral de ayudar a aquellos menos afortunados que nosotros.
Las desigualdades sociales del hinduismo llevan, en última instancia, a los miembros de las castas inferiores a abandonar el hinduismo y seguir el budismo, el islam, el sikhismo o el cristianismo, o la farsa de catolicismo existente en la India, ya que estas religiones no los encierran en un rígido sistema de castas. Para avanzar social o financieramente, un cambio de religión es necesario. Claro que si usted es un brahmin rico no hay necesidad de convertirse a una religión que lo despoje de su status social.
La persona era juzgada por el color de piel, no por el carácter o talentos. Cuanto más oscura su piel más baja es su casta en la sociedad hindú. Los brahmines se jactan de su piel blanca y desprecian a los “intocables” de complexión oscura, quienes a menudo eran vistos y tratados como subhumanos.
Esto explica porqué los gurús hindúes están más dispuestos a viajar hacia el occidente para convertir al hinduismo a los ricos europeos de piel blanca, pero nunca viajan al Africa a predicar sus creencias. La verdad es que no quieren convertir a la raza negra porque el color de la piel es un indicador de su mal karma. Siempre y cuando puedan exprimir dinero de los blancos (el dinero es malo, dénmelo todo a mí), ¿para qué molestarse con gente de piel oscura? Esto puede ser documentado por las declaraciones de muchos gurús que han cosechado riquezas en occidente.
¿Reencarnación en la Biblia?
Muchos insisten hoy en día que la Biblia enseña la doctrina de la reencarnación. Para probar su punto citan una serie de pasajes bíblicos tomados fuera de contexto, los cuales pervierten violando toda regla de interpretación bíblica. Seguidamente citamos los más notorios, con su refutación correspondiente:
1. ¿Qué significa “nacer de nuevo?
En Juan 3:3 Jesucristo le declara a Nicodemo “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Los proponentes de la reencarnación dicen que Jesucristo al hablar de “nacer de nuevo” estaba enseñando la doctrina. Nada más lejos de la verdad. He aquí algunas líneas de refutación:
- La palabra griega “anothen”, traducida “de nuevo“, significa literalmente “nacer de arriba” – nacer de Dios , no se refiere a un nacimiento físico.
- El contexto habla de un nacimiento espiritual, Jesucristo mismo explica esto. Tuvo que hacerlo frente a Nicodemo cuando éste preguntó “¿Puede (un hombre) acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?”. Como vemos, Jesús estaba hablando en sentido espiritual, pero Nicodemo, al igual que algunos “reencarnacionistas”, estaba en la sala de partos (en maternidad). El Señor mismo entonces explica lo que significa “nacer de nuevo”: “… el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. Los eruditos difieren en el significado de la palabra “agua”, pero coinciden unánimes en que el pasaje no se refiere a reencarnación. “Nacer de nuevo ” significa ser lavado de nuestros pecados y recibir nueva vida de parte de Dios por la obra del Espíritu Santo (Rom.3:21-26; Efe 2:5; Col.2:13; 1 Pe.1:23). El pasaje habla de regeneración, no reencarnación.
- Si Jesucristo se refirió a la reencarnación hubiera dicho: “…el que no naciere de nuevo y de nuevo y de nuevo y de nuevo…..”. Eso es lo que la doctrina enseña, un ciclo prácticamente interminable de nacimientos y muertes.
2. ¿Quién era Juan el Bautista?
Nuestro Señor Jesucristo hizo tres declaraciones donde correlacionó a Juan el Bautista con el profeta Elías (Mt.11:14; 17:12-13; Mr.9:13). Tomemos una de ellas: ” Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis recibirlo, él (Juan) es aquel Elías que había de venir” Mt.11: 12-14.
En efecto, Cristo parece estar diciendo que Elías ya había venido en la persona de Juan. Los reencarnacionistas dicen que esto es prueba de que Jesús enseñaba la reencarnación. Hay varias razones por las cuales Juan no pudo ser una reencarnación de Elías, a saber:
- De acuerdo con la doctrina de la reencarnación, antes de que el alma se reencarne en un cuerpo, el cuerpo que habitaba anteriormente tiene que haber muerto; pero Elías nunca murió, sino que fué arrebatado al cielo en un torbellino (2 Re. 2:11).
- Elías reaparece en el monte de la transfiguración (Mt. 17 y Mr. 9) junto con Moisés. Los discípulos parecen no tener problemas para identificarlo y en ningún momento lo confunden con Juan el Bautista. ¿Cómo sabían si nunca los habían visto personalmente? La respuesta es sencilla: conocimiento instintivo instantáneo. La sicología común nos enseña esto.
¿Qué dijo entonces Jesús cuando afirmó que Elías ya había venido (Mt.17:12-13)? Simplemente que Juan había venido con la misma misión de Elías, o con el mismo objetivo.
En Lucas 1:17 el ángel le dice a Zacarías que su hijo, Juan el Bautista, vendría con “el espíritu y el poder de Elías“.
Indudablemente, estamos aquí frente a un clásico caso de tipificación bíblica. Tipificación es la representación de una cosa por otra, o una persona representando a otra. Ejemplos:
Adán fue una tipificación de Cristo (Rom. 5:14).
Isaac fue un tipo de Cristo (Heb 11:19).
El cordero de pascua era una tipificación de Cristo (1 Cor.5:7), pero no era Cristo.
Ni Adán, ni Isaac, ni el cordero eran Cristo.
De la misma forma, Juan el Bautista tampoco era Cristo.
3. El hombre ciego de nacimiento, ¿había vivido antes?
El pasaje lee así: “Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, “este o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres; sino para que las obras de Dios se manifiesten en él” Juan 9: 1-3.
La referencia al pecado de los padres tiene que ver con el concepto judío de que la culpa era pasada de generación en generación. Es la referencia a que la persona ciega pudo haber pecado antes de nacer, lo que motiva a algunos a decir que la reencarnación es implícitamente enseñada en el pasaje. En realidad no podemos estar seguros si la pregunta fue originada en la creencia de algún tipo de reencarnación, aunque es posible que sí. Ya circulaban en aquella época versiones de la doctrina. Los discípulos obviamente están implicando que la persona podría haber pecado antes. ¿Por qué lo hicieron? He aquí tres razones posibles:
a) Ciertos rabinos judíos enseñaban que el ser humano tenía la capacidad de pecar voluntariamente ya en el vientre de la madre. No es bíblico.
b) Otra corriente religiosa enseñaba la preexistencia del alma y le atribuía la capacidad de pecar antes de poseer un cuerpo físico (los mormones heredaron esta doctrina). No es bíblico.
c) La creencia en una forma de reencarnación ya era popular.
La respuesta de Jesús es directa e invita a los apóstoles a bajarse del caballo de la reencarnación o cualquier otro tipo de especulación. Mark Albrecht, en su libro “Reincarnation – a Christian critique of a New Age doctrine“, expresa: “Si Jesús creía y enseñaba la reencarnación, esta hubiera sido una oportunidad ideal para explicar las doctrinas del karma y la reencarnación; sin embargo, con una sola frase las excluyó como posible explicación”.
Es este silencio sepulcral sobre la reencarnación el que explica la actitud general de los cristianos con respecto al nacer repetidamente.
4. Gálatas 6:7 – “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
La segunda mitad del versículo, a primera vista parecería expresar una idea similar al karma. Una vez más, una lectura del verso en contexto es la llave para entender el significado.
La primera parte del verso establece que “Dios no puede ser burlado”, por lo tanto estamos tratando con un Dios personal, no con una ley del karma impersonal. En efecto, el verso se refiere a un Dios personal que nos hace responsables por nuestrs decisiones y nos promete que seremos juzgados por ellas.
Segundo, el versículo siguiente explica la aplicación particular de la declaración Aquellos que siembran para la carne segarán corrupción, los que siembran para el Espíritu segarán vida eterna.
No existe en el pasaje ninguna implicación que sugiera la reencarnación. Por el contrario, el lenguaje de Pablo es el mismo que usa en 1 Corintios 15:36-58, donde el tema es la resurrección, exactamente la alternativa cristiana a la reencarnación.
5. ¿Creía Job en la reencarnación?
“Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.” Job 1: 20-21
El argumento reencarnacionista: Job aquí dice que la persona retorna de nuevo después que muere. Esto habla claramente de la reencarnación.
Refutación: Job no habla del retorno del alma a otro cuerpo para volver a vivir, sino del cuerpo volviendo a la tierra o la tumba.
Dios le dijo a Adán “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ellas fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.”
La palabra hebrea para vientre es “Shammah”, y se usa en sentido figurado en la poesía del libro de Job para simbolizar la “tierra”.
La idea de “tumba”, con “tierra” y con “vientre”, están muy entretejidas en el pensamiento semítico. Leamos Salmo 139: 15.
“No fue encubierto de tí mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.”
Veamos ahora algo de lo que se conoce como literatura judía de la sabiduría. Este libro que les señalo ahora no es inspirado, pero refleja el concepto que estamos enseñando: Eclesiástico 40:1: “Un penoso trajín ha sido impuesto a todos los hombres, un pesado yugo agobia a los hijos de Adán, desde el día en que salen del seno materno hasta aquel día en que vuelven a la madre tierra”.
¿Se dan cuenta? De la misma manera, Job utiliza la forma poética, la expresión “y desnudo volveré allá.”
Si insistimos en entender el pasaje literalmente, aun así no probaría la reencarnación de todas maneras. ¿Por qué? Porque interpretado sin considerar la cultura, el contexto, la gramática, etc., lo que dice es que Job sale del vientre de la madre, y al morir vuelve adónde? Al vientre de su misma madre, lo que es absurdo.
Segundo, el pasaje habla sólo de lo que sucede con el cuerpo físico. Job no está hablando del alma, o sea del componente inmaterial de la persona.
Tercero, Job no creía en la reencarnación. ¿Cómo lo sé? Acompáñenme a Job 19: 25-26, oigan lo que dice Job:
“Yo sé que mi redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”.
¿No les hace acordar esto a “lo corruptible se vestirá de incorruptible”, el concepto de 1 Corintios 15? ¡El tema es la resurrección, no la reencarnación!
¡Job sabía que un día él sería resucitado en un cuerpo inmortal y físico!
Si Job hubiera creído en la reencarnación, o sea que sería reencarnado en otro cuerpo, en un cuerpo mortal para morir de nuevo, jamás hubiera dicho esto.
No hay base para reclamar que Job creía en la reencarnación.
En fin, hay otros pasajes que los reencarnacionistas usan, Jeremías 1:4-5; Juan 8:58, Santiago 3:6, etc. Todos y cada uno de estos pasajes pueden presentarse como en favor de la reencarnación una vez que se quitan de contexto y de la situación histórico cultural . Pero cuando son interpretados en el contexto apropiado y dentro de la cosmovisión judeo cristiana, la interpretación de la Nueva Era puede, con toda confianza, ser depositada en cualquier recipiente que garantice su destino final en el basurero municipal o en su defecto, a algunos kilómetros de la costa, mar adentro, de forma que no contamine las aguas de la playa poniendo a los bañistas en serio riesgo.
¿Fueron censurados de la Biblia los pasajes que enseñaban la reencarnación?
Muchos adherentes modernos de la reencarnación reclaman que la Biblia originalmente enseñaba la reencarnación, pero grupos de intereses dentro de la Iglesia eliminaron los pasajes que apoyaban la doctrina.
La popular profetiza del Moviemiento de la Nueva Era, Shirley MacLaine, promueve esta posición. En su libro Out on a Limb (p. 234) , registra los siguientes comentarios de David, un adepto de la Nueva Era:
“…. La teoría de la reencarnación es propuesta en la Biblia, pero las interpretaciones al respecto fueron eliminadas durante un Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica en Constantinopla, alrededor del 553 d.C, llamado el Concilio de Nicea. Los participantes del concilio votaron para censurar aquellas doctrinas de la Biblia a los efectos de solidificar el control de la Iglesia.”
Evidentemente, debido al factor ignorancia, las fechas y los nombres de los concilios han sido confundidos. El concilio de Nicea se llevó a cabo en el 325, no en el 553. En el concilio de Nicea no se discutió la doctrina de la reencarnación sino que se consideraron las doctrinas herejes de Arrio de Alejandría en cuanto a la persona de Jesucristo.
El concilio del 553 fue el quinto concilio de la Iglesia, tomó lugar en Constantinopla y se convocó para relajar las tensiones creadas por el concilio de Calcedonia, cien años antes.
En este concilio (553) se repudió la doctrina de Orígenes en cuanto a la preexistencia del alma. Esta doctrina, a pesar de no ser bíblica, no tenía nada que ver con el ciclo kármico de la reencarnación.
El libro “The Antinicean Fathers”, vol. 10, páginas 474-75, en referencia a los manuscritos Bodmer y Chester Beatty, fechados entre el 200 y 225 DC, el códice Vaticanus (325 – 350) y el códice sinaítico (340), cita, entre otras cosas, lo siguiente:
“El dogma de la transmigración, el cual es foráneo a la Iglesia de Dios, no fue transmitido por los apóstoles ni en ningún lugar de la Escritura.”
El Doctor Geddes MacGregor, profesor emérito de filosofía en USC (Universidad del Sur de California – vecino nuestro) admite abiertamente que la Biblia no enseña la reencarnación explícitamente y desacredita la teoría de que la Biblia en un tiempo tuvo referencias al respecto (Reencarnación y Cristianismo, p. 16). Claro, esto no tendría ningún impacto en el tema, sino fuera porque el mentado profesor cree en la reencarnación.
Otra forma de plantear la teoría de la censura bíblica: Algunos reencarnacionisas modernos sugieren, y yo estoy seguro que uds. han escuchado el argumento, de que la Biblia no habla de la reencarnación porque la Iglesia paulatinamente fue eliminando la enseñanza. Aducen que existían muchos evangelios con las enseñanzas de Cristo y aquellos que la iglesia consideró inadecuados fueron dejados de lado o destruídos, de modo que lo que llega hoy a nosotros es una versión censurada de los originales.
Shirley MacLaine, en una entrevista, dijo literalmente que la prueba de que la Biblia contenía originalmente pasajes explícitos sobre la reencarnación era precisamente el hecho de que los pasajes no estaban en la Biblia. Eso es prueba de que estaban y fueron censurados.
Refutación:
- Si los padres de la Iglesia hubieran decidido extirpar la doctrina de la reeencarnación de la Biblia, ciertamente hubieran quitado la mención que hace Jesucristo de Juan el Bautista (pasaje que ya tocamos), donde Jesús dice que Juan era el Elías “que había de venir”, y que sería el pasaje más “fuertecito” que pueden citar. También hubieran eliminado los demás pasajes que que en la superficie parecen implicarla. Sin embargo no los tocaron. El argumento reencarnacionista aquí es una bicicleta con ruedas cuadradas.
- En cuanto a doña Shirley diciendo que la prueba de que los pasajes estaban en la Biblia, es que no están en la Biblia, ¿qué podemos decir? Viene de Hollywood, y sabemos que en Hollywood se consume toda clase de sustancias que terminan por comerle el cerebro a la gente.
¿Enseñaron los padres de la Iglesia la doctrina de la reencarnación?
¡No! Podríamos citar numerosos pasajes donde los padres de la Iglesia niegan, rechazan, y hasta se burlan de la idea.
Irineo en su obra “Contra las Herejías”, dedica todo el capítulo 33, un capítulo entero, para atacar la teoría de la reencarnación.
Tertuliano ( de Cártago, norte de Africa – hoy Túnez ) la llamó “vergonzosa y peligrosa”.
Gregorio de Nissa, uno de los escritores cristianos más ingeniosos, sino el más ingenioso, en el siglo cuarto, en sus escritos que él titula “Las fabulosas Doctrinas de los Paganos”, escribe:
“Ellos nos dicen que uno de sus iluminados dijo que, siendo una y la misma persona, nació como un hombre, luego tomó forma de mujer, y luego voló como los pájaros, y luego creció como un arbusto, y tuvo la vida de un ser acuático. Y el que dijo estas cosas acerca de él mismo, no estuvo, a mi juicio, muy lejos de la verdad. Porque tales doctrinas que dicen que el alma pasa por tantos cambios, son apropiadas para la charlatenería de las ranas y los cuervos, la estupidez de los peces, y las insensibilidad de los árboles.“
Conclusión: Ni la Biblia enseña la reencarnación, ni Cristo ni sus discípulos hablaron de ella, ni los padres de la Iglesia la enseñaron.
Comparando la “reencarnación” con la Palabra de Dios
Como hemos visto, un observación objetiva del contexto histórico – cultural – religioso donde se origina la doctrina de la reencarnación, un análisis cuidadoso de los versículos usados por los “reencarnacionistas” para decir que la Biblia apoya sus enseñanzas, junto con un examen de los argumentos sobre la censura de la Biblia y otros, nos muestra conclusivamente que el rompecabezas de la teoría de la reencarnación dio bancarrota ya desde el comienzo.
El mejor argumento que los proponentes de la teoría presentan es que la reencarnación resuelve el problema del mal enmarcándolo dentro del sistema judicial de recompensas y castigos. Si estamos sufriendo en esta vida, dice el argumento, es porque hicimos mal en la vida pasada. Si somos prósperos, es gracias al bien que hicimos en la vida pasada. Todos tenemos lo que merecemos.
La falacia de este sistema consiste en el hecho de que necesariamente tenemos que arrivar a una “primera vida” o “vida inicial”. En esta primera vida no podemos recurrir a una vida previa para explicar el mal o el bien que ocurre en ella.
La otra opción es concluir que el mal es eterno, lo cual en lugar de resolver el problema, sólo lo extiende.
Mientras que la reencarnación promueve la idea de que el individuo puede alcanzar la salvación por sí mismo por medio de un sistema de obras y rectitud moral, la Palabra de Dios nos dice que no hay nada que nosotros podamos hacer para salvarnos. Es la gracia de Dios la que nos extiende el regalo de la salvación. Tito 3:5 expresa: “(Dios) nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia”.
El peligro de creer en la reencarnación es que la persona llega a pensar que tiene varias oportunidades para ir mejorando en sus vidas venideras. La Biblia dice por el contrario “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” 2 Cor. 6:2. Hebreos 9:27 dice que “está establecido para los hombres que mueran una vez, y después el juicio“. 2 Pedro 2:9 expresa: “sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio.” En otras palabras, sólo hay una muerte por cliente, no hay boleto de ida y vuelta.
Las Escrituras son claras en cuanto a que Jesucristo es el único que puede “quitar el pecado del mundo.” (Juan 1:29). Su nacimiento y su muerte son los que tienen mayor importancia en la vida del creyente. El estado de perfección no se alcanza por medio de un sistema ficticio de reciclaje del alma, sino poniendo nuestra confianza en la obra completa de Jesucristo en la cruz. Hebreos 10:14 dice que Jesús “con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados“. El apóstol Pablo nos explica que “el estar ausentes del cuerpo” es estar “presentes al Señor” (2 Cor.5:8). La esperanza del cristiano no está en la reencarnación sino en la resurrección del cuerpo (1 Cor.15:42-55) .
APENDICE
Recordando vidas pasadas.
Este parece ser el argumento más poderoso que se presenta para apoyar la reencarnación, el personas que aparentemente recuerdan sus vidas pasadas.
Hay dos categorías :
1) Regresión hipnótica.
2) Memorización espontánea.
La primera es inducida por trance hipnótico en donde el sujeto es guiado u orientado en diversas formas.
La segunda, la memorización espontánea, parece ser un poco más genuina por el hecho de que las memorias no son provocadas por un intermediario. Estos casos se dan más que nada en niños, que insisten en que son realmente otra persona que ha vivido en el pasado.
En ambos casos, algunos de los detalles históricos son verdaderos y esto parece animar excesivamente a los proponentes de la reeencarnación.
Cosas que tenemos que tener en cuenta, y que por lo general no se hacen saber al público es que la técnica usada por estos hipnotistas para traer recuerdos de una vida pasada, es por lo general el invitar voluntarios a sus sesiones. Estos voluntarios son netamente inclinados a la doctrina de la reencarnación. Una vez que entran en estado de trance se les pide que retrocedan a cierta fecha, 1750, 1600, primer siglo, antes de Cristo etc., y luego se les pide que describan sus impresiones. Cuando los hipnotizados no responden se les da otra fecha. A veces usan la técnica llamada “la vuelta al mundo”. Se les nombran diferentes países y se les sugiere que dejen entrar las imágenes en la mente. Puede ser Sudamérica, Europa, Asia, etc. También se les pide que elijan el personaje.
Como vemos, todo el escenario es preparado o manipulado para que el individuo llegue a un estado de alteración de la mente o de la conciencia; es allí donde la persona es susceptible a todo tipo de comunicaciones telepáticas o paranormales de diferente origen, incluyendo el mundo de los espiritus.
Sin lugar a dudas, muchos casos presentados como evidencia para probar la teoría de la reencarnación han sido delatados como simples fraudes
Por ejemplo: en un caso presentado por la Dra. Wambach en el decenio de los setenta, uno de sus pacientes dijo que una de sus vidas pasadas databa del año 2083 AC. Ahora, la persona, una mujer, estaba en estado de trance y la que hablaba era el personaje que había vivido dos milenios antes de Cristo. ¿Cómo pudo ella decir la fecha de tal manera? La persona que vivió en el 2083 AC nunca pudo haber sabido que vivía antes de Cristo, es más, nunca pudo haber descrito el año con ese número, porque los calendarios de la época seguían otra cronología. Lo curioso es que varios de sus pacientes usan la terminología con el A.C. (antes de Cristo) ¿Gato encerrado?
Otro caso ficticio y muy famoso fue el de una señora en Colorado, USA, hace ya algunos años, de nombre Ruth Simmons. Esta mujer que vivió en el siglo 19 en Irlanda, y que el nombre era Bridey Murphy.
Algunos reencarnacionistas aún mencionan este caso, aunque ya todos saben que ha sido un cuento. Walter Martin (pionero en la investigación del mundo de las sectas) probó documentadamente que la señora había recibido todo su conocimiento acerca de Irlanda de la mujer que la crió, que era irlandesa.
El caso ha sido sepultado.
Es difícil trazar la línea entre lo que es fraude y lo que es simplemente un manipulación del subconsciente. Es sabido que nuestras impresiones sensoriales, la información del mundo exterior que absorbemos por los sentidos, leyendo, escuchando, o conversando, todo eso es guardado o archivado en los bancos de memoria de nuestro cerebro.
La mayor parte de la información es archivada y suprimida, pero en un caso de estado de conciencia alterado, especialmente causado por hipnosis, el cerebro puede recordar estos detalles. A este fenómeno se le conoce como Criptoamnesia, y por supuesto que en un gran número de casos, esta es la razón por la cual un individuo puede dar detalles precisos de lo que cuenta, ya sea espontáneamente o por regresión hipnótica.
Ejemplo: En el libro “Un reporte cientifico en la busqueda de Bridey Murphy”, de Harold Rosen, el autor narra un caso donde un individuo bajo estado de hipnosis comenzó a hablar en lenguaje oscano ( lenguaje hablado en Italia durante el siglo tercero antes de Cristo) y hasta podía escribir en ese tipo de letra. Luego de varias sesiones se pudo descubrir que antes de comenzar el tratamiento, el individuo estuvo en la biblioteca leyendo un libro de gramática oscana. Es evidente que las frases se registraron en el subconciente y luego salieron a flote durante la hipnosis, y así existen cientos de casos.
Por supuesto que la famosa impresión “yo he estado en este lugar antes” también ha sido muy lucrativa para ciertos “profesionales”. Lo cierto es que muchos psiquiatras han sacado provecho financiero de este tipo de tratamiento. En muchos casos la persona está buscando soluciones o explicaciones para sus problemas, y al encontrar esta explicación en supuestas vidas pasadas, los síntomas de paciente se alivian – hay un beneficio para el paciente y hay un buen ingreso económico para el terapista. Sí mis señoras y señores, existe un grupo de gente allá afuera que conduce los mejores y más modernos autos y visten las mejores prendas, todo gracias a las personas sin Dios que ponen la confianza en estos “profesionales” para resolver sus problemas emocionales.
Allá por el año 1975, yo trabajaba de “ingeniero sanitario” (un eufemismo para decir que era limpiador de oficinas). Una de las oficinas del edificio era ocupada por un psicólogo que trabajaba hasta altas horas de la noche y con el cual teníamos una relación amistosa.
A veces conversábamos casualmente en los intérvalos que él tenía entre paciente y paciente. En una de esas ocasiones le compartí mi terrible temor a viajar en avión y las pesadillas que sufría de accidentes de aviación, éstas eran de un realismo patético.
Las explicaciones que me dio fueron:
1) Los sueños era provocados porque yo vivía cerca de un aeropuerto. El ruido de un avión pasando mientras yo dormía.
2) En el futuro estaría involucrado en un accidente de aviación; no necesariamente tendría que morir en uno – lo que se conoce como sueño premonitor.
3) En mi vida pasada podía haber sido un piloto que murió en la guerra.
Esta última explicación fue precedida por la pregunta de si los aviones que yo soñaba eran propulsados por hélice o a chorro. Me llamó la atención la pregunta, pero más la respuesta. No en lo que tiene que ver con la reencarnación, yo en aquella época no tenía una relación con Jesucristo y naturalmente me comía cualquier cuento. Lo que llamó mi atención es la mención de que yo podría haber sido un piloto durante la guerra. Más adelante supe que una idea circulando entre los reencarnacionistas durante la época, era que muchos que murieron durante la 2da. Guerra Mundial se habían reencarnado alrededor del año en que yo nací, de ahí la pregunta.
Recuerdo que el Doctor me hizo saber sus honorarios por la sesiones. Cuando me parecieron un poco elevados, me dijo que “más adelante” las sesiones eran menos caras. Le dije que mejor prefería venir “más adelante”.
En realidad, les digo que como resultado de aquella breve conversación, los sueños y los temores disminuyeron. Por supuesto que no se desvanecieron totalmente. Los temores se disiparon totalmente cuando Cristo me salvó. Bien dicen que la persona que no teme a Dios le teme a cualquier cosa, pero la persona que teme a Dios no le teme a nada más.
Es increíble como gente puede encontrar cierta paz en este tipo de explicaciones de la psicología – es una falsa paz. Cuando el paciente tiene un problema de culpabilidad, se le habla de una vida pasada y se conforma o se justifica. El miedo a la muerte y al juicio de DIos desaparece, hay otras vidas. La verdad es que el paciente se siente culpable porque en realidad es culpable: no necesita hipnoterapia, necesita arrepentimiento.
Casos que no se pueden explicar como naturales ni como fraudes.
Debemos reconocer que algunos casos de memorización de vidas pasadas son impresivos y una explicación natural no es satisfactoria para la mente incisiva. Hay casos en que el individuo, ya sea en trance o en plena facultad de sus sentidos, proporciona detalles fechas exactas en su narración.
Ahora, esto no prueba en ninguna manera que la reencarnación sea verdad. Debemos señalar que existen grandes paralelos entre las sesiones de hipnoterapia y las sesiones de espiritismo, donde hay una persona que actúa como medium (un medium es alguien que tiene la capacidad de establecer comunicación entre esta dimensión y la de los espíritus) y en muchos casos la persona en trance habla como poseída por una entidad.
La posesión demónica es una posibilidad real, la mente se abre y con ella la puerta para que alguien más tome control. Nosotros como cristianos, sabemos que existen un gran número de espíritus que son demónicos en naturaleza, seres caídos, degenerados en su esencia misma, sin posibilidad de redención, cuya única intención es engañar y causar daño.
Estos espíritus demónicos han acumulado a través de los años, una incalculable cantidad de información, de ahí el hecho de que los individuos hablan en detalle del pasado. Estos espíritus son conocedores del pasado. Este es un concepto bíblico por si no lo conocían. La versión King James les llama en su traducción, “espíritus familiares”. No se trata de que sean parientes. El término expresa que están familiarizados con los árboles genealógicos, cultura, grupo étnico, áreas geográficas, costumbres, etc., etc.
Hay también un paralelo con los supuestos contactos de seres extraterrestres con humanos. Estas entidades o “hermanos espaciales” conocen en detalle la vida pasada del individuo, y a menudo le ofrecen información de parientes lejanos que nunca fueron conocidos por la persona, y que una vez investigada resulta verdadera.
Las mismas fuerzas demóniacas operan aquí en el mundo de la doctrina de la reencarnación. Es posible aún que al tomar control de la mente de alguien puedan inyectar sus ideas dentro de la mente del individuo.
El cristiano no debe temer este tipo de posesión, “mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4). El Espíritu Santo mora en nosotros, por lo tanto la vivienda no se convierte en un motel con varios inquilinos. Tampoco por eso debemos participar en este tipo de actividades, está prohibido para nosotros. Es un mundo o una dimensión que Dios tiene bajo su control y nos ha dado órdenes de mantenernos alejados para nuestra propia protección.
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