Historia de la Asamblea Apostólica

Historia de la Asamblea Apostólica

La Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (AAFCJ) es la agrupación de pentecostales del nombre de Jesucristo, de habla hispana más antigua.
Fue fundada en el año de 1925 e incorporada en California el 15 de marzo de 1930. Su sede principal se encuentra actualmente en el Rancho Cucamonga, California. La mayor parte de sus congregaciones se encuentran en los Estados Unidos, pero la Asamblea Apostólica también tiene un número significativo de iglesias en México, en América Central y en América del Sur.
La Asamblea Apostólica es una de muchas denominaciones que superaron el movimiento de Renacimiento de la calle Azusa que se dio al comienzo del siglo XX, en el que se acentuaron formas de adorar poco convencionales y expresivas como Glossolalia o hablar en lenguas (ver Cox 2001 y Goff y Wacker 2002 ). Algo novedoso del Renacimiento de la calle Azusa fue su carácter multiracial. Lamentablemente, este tipo de integración racial no podía ser sostenido a partir de entonces dentro de los límites de una organización. En vez de la integración, el renacimiento condujo al desarrollo divergente de denominaciones separadas a lo largo de líneas raciales o culturales, una división que todavía prevalece en diferentes grados. La rama de habla hispana que se derivó de este renacimiento, más tarde conformaría la Asamblea Apostólica.
Las raíces de la Asamblea Apostólica, antes de su establecimiento oficial, remontan a sus primeros años como una rama de la obra misionera de las Asambleas Pentecostales del Mundo, una denominación de habla inglesa que actualmente tiene su sede principal en Indianapolis. Las Asambleas Pentecostales del Mundo, expidieron desde 1912 credenciales ministeriales para creyentes hispanos.
Uno de los pioneros fue Juan Navarro, quien había participado en el Renacimiento de la calle Azusa y quien había encabezado esfuerzos para extender este mensaje a otros hispanos. Navarro contribuyó decisivamente en la conversión de dos jóvenes, quienes le asistirían en la fundación de un ministerio hispano distintivo dentro del surgir del movimiento Pentecostal. En 1912 Navarro contribuyó en la conversión de Francisco F. Llorente. Llorente fue el Obispo Presidente de la Asamblea Apostólica cuando la denominación fue formalizada en 1925. Poco tiempo después, Navarro bautizó a Marcial de la Cruz, de Torreón México, un prolífico compositor de canciones. Estos tres ministros se movieron de las filas de las Asambleas Pentecostales del Mundo para predicar entre inmigrantes mexicanos, y comenzaron a extender el mensaje apostólico por Colton, San Bernardino, Los Angeles, y Watts.
Acercándose el año 1916, Antonio Castañeda Nava, otro inmigrante mexicano, se unio a este pequeño ministerio hispano y pensó en establecer una organización separada. Castañeda Nava fue responsable de presentar la forma y la estructura de una nueva organización Pentecostal dedicada a la porción de la población hispana de los Estados Unidos (Ramírez 2002). Considerando la inhabilidad de crecer dentro de la denominación que los patrocinaba (las Asambleas Pentecostales del Mundo), Castañeda Nava y los demás, crearon la primera denominación auto-gobernada por hispanos en los Estados Unidos. Castañeda Nava y los tempranos pioneros, establecieron legalmente una nueva denominación. Al principio tuvieron la intención de ser conocidos simplemente como la Iglesia Apostólica. Sin embargo, por conflictos de nombre que se presentaron con otra organización, los primeros líderes, decidieron la denominación de Asamblea Apostólica.
En la perspectiva comparativa, hay actualmente múltiples ministerios hispanos en los Estados Unidos, pero ellos son en gran parte resultado del trabajo misionero de denominaciones de habla inglesa y se encuentran bajo su dirección. Hay también varios movimientos independientes auto-gobernados, pero ninguno con una historia tan larga como la Asamblea Apostólica.
El ministerio predominante de La Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, se ha dado entre inmigrantes de habla hispana en los Estados Unidos. Debido a la inmigración, la Asamblea Apostólica ha mantenido una estrecha relación histórica con la iglesia hermana de México, conocida como la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, que es la denominación de pentecostales del nombre de Jesucristo más grande de México, y que al principio había sido una misión de la Asamblea Apostólica (ver Gaxiola-Gaxiola 1970). En la mayor parte del siglo 20, las dos denominaciones compartieron reglamentos similares y varios acuerdos de cooperación.

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