17/05/2012 19:01 (-6 GTM)
MOSCU / Reuters - El primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, advirtió el jueves que una acción militar contra estados soberanos podría desencadenar una guerra nuclear regional, manifestando la férrea oposición de Moscú a una intervención occidental antes de la cumbre del G-8 en que se discutirá sobre Siria e Irán.
«Las operaciones militares apresuradas en estados extranjeros usualmente lleva a los radicales al poder», dijo Medvedev en una conferencia de prensa en San Petersburgo, en comentarios publicados en un sitio web gubernamental.
«En algún momento dichas acciones que minan la soberanía estatal podrían llevar a una guerra regional a gran escala e incluso -aunque no quiero asustar a nadie- con el uso de armas nucleares. Todos deberían tener eso en mente», añadió.
Medvedev no dio más explicaciones. Rusia, armada nuclearmente, ha dicho públicamente que no está obligada a proteger a Siria si es atacada, y analistas y diplomáticos afirman que Moscú no se involucraría en una acción militar en caso de que se produzca una ofensiva armada contra Irán.
Rusia ha instado enérgicamente a las naciones occidentales a no atacar a Irán para neutralizar su programa nuclear o intervenir contra el Gobierno sirio por matanzas que, según Naciones Unidas, suman más de 9.000 víctimas.
Medvedev representará a Rusia en la cumbre del G-8 en representación de Putin, cuya decisión de no asistir al encuentro en Estados Unidos fue vista como un desafío hacia Occidente.
Putin ha dicho previamente que las amenazas sólo alentarán a Irán a desarrollar armas nucleares, mientras que analistas aseguran que las palabras de Medvedev dicen relación a que potencias nucleares regionales como Israel, Pakistán y la India también podrían verse involucrados en un conflicto.
Como presidente, Medvedev instruyó a Rusia abstenerse de votar en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizó la intervención de la OTAN en Libia, una decisión que Putin criticó en forma implícita cuando comparó la resolución con «llamados medievales a las Cruzadas».
Medvedev reprochó a Putin por el comentario y algunos funcionarios dentro del Kremlin han dicho que la confrontación sobre Libia fue un factor en la decisión de Putin de volver a la presidencia este año en vez de permitir que su socio buscara un segundo mandato.
Desde entonces, Rusia ha acusado a la OTAN de abusar de su mandato bajo la resolución para ayudar a rebeldes a derrocar al líder Muammar Gaddafi, y ha advertido que no permitirá que pase nada similar en Siria.
El coordinador de Rusia ante el G-8, Arkady Dvorkovich, dijo que el país intentará influir en la versión final del comunicado del grupo de potencias en una cumbre en Camp David este fin de semana, para evitar una aproximación «parcial» que favorecería a la oposición Siria.
Reuters
«Las operaciones militares apresuradas en estados extranjeros usualmente lleva a los radicales al poder», dijo Medvedev en una conferencia de prensa en San Petersburgo, en comentarios publicados en un sitio web gubernamental.
«En algún momento dichas acciones que minan la soberanía estatal podrían llevar a una guerra regional a gran escala e incluso -aunque no quiero asustar a nadie- con el uso de armas nucleares. Todos deberían tener eso en mente», añadió.
Medvedev no dio más explicaciones. Rusia, armada nuclearmente, ha dicho públicamente que no está obligada a proteger a Siria si es atacada, y analistas y diplomáticos afirman que Moscú no se involucraría en una acción militar en caso de que se produzca una ofensiva armada contra Irán.
Rusia ha instado enérgicamente a las naciones occidentales a no atacar a Irán para neutralizar su programa nuclear o intervenir contra el Gobierno sirio por matanzas que, según Naciones Unidas, suman más de 9.000 víctimas.
Medvedev representará a Rusia en la cumbre del G-8 en representación de Putin, cuya decisión de no asistir al encuentro en Estados Unidos fue vista como un desafío hacia Occidente.
Putin ha dicho previamente que las amenazas sólo alentarán a Irán a desarrollar armas nucleares, mientras que analistas aseguran que las palabras de Medvedev dicen relación a que potencias nucleares regionales como Israel, Pakistán y la India también podrían verse involucrados en un conflicto.
Como presidente, Medvedev instruyó a Rusia abstenerse de votar en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizó la intervención de la OTAN en Libia, una decisión que Putin criticó en forma implícita cuando comparó la resolución con «llamados medievales a las Cruzadas».
Medvedev reprochó a Putin por el comentario y algunos funcionarios dentro del Kremlin han dicho que la confrontación sobre Libia fue un factor en la decisión de Putin de volver a la presidencia este año en vez de permitir que su socio buscara un segundo mandato.
Desde entonces, Rusia ha acusado a la OTAN de abusar de su mandato bajo la resolución para ayudar a rebeldes a derrocar al líder Muammar Gaddafi, y ha advertido que no permitirá que pase nada similar en Siria.
El coordinador de Rusia ante el G-8, Arkady Dvorkovich, dijo que el país intentará influir en la versión final del comunicado del grupo de potencias en una cumbre en Camp David este fin de semana, para evitar una aproximación «parcial» que favorecería a la oposición Siria.
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