El mundo podría pronto hundirse en una Gran Depresión similar a la de los años 30 si los países no arreglan sus diferencias y no trabajan juntos para superar la crisis de la deuda, advierte la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
El tétrico futuro de la economía mundial
“Las perspectivas de desarrollo de la economía mundial hasta el momento no son optimistas sino bastante lúgubres. Eso es exactamente lo que sucedió en la década de 1930, pero no queremos consecuencias de esta índole”, dijo Lagarde.
La directora señaló que es el mundo entero y no un grupo separado de países el que tiene que resolver el problema de la crisis.
"No hay ni una economía en el mundo, ya sea que se trate de un país de bajos o medios ingresos o de economías bien desarrolladas, que sea inmune a esta crisis que no cesa sino que va en aumento”, concluyó.
¿Europa quiere resolver sus problemas a expensas de otros países?
Mientras tanto, cada vez más explícitamente algunos países aseguran no estar dispuestos a ayudar a los miembros de la zona euro. Por ejemplo, el Reino Unido no tiene intención de conceder préstamos adicionales al FMI sino de imponerle límites, así sólo recibirá 10.000 millones libras (11.900 millones de euros), anunció la Oficina de David Cameron.
En Europa esperaban que los británicos concedieran al FMI por lo menos 30.000 millones o 50.000 millones de euros de los 200.000 millones que debe asignar el FMI.
Anteriormente, el presidente estadounidense Barack Obama dijo que los países europeos son lo suficientemente ricos para hacer frente a sus problemas.
La idea de ayudar a la zona euro fue acogida sin entusiasmo no solo por EE. UU. sino por Japón, que previamente invertía de buena gana en bonos europeos.
“Otros países no tienen muchas ganas de alargar sus bolsas, sin embargo el dinero extranjero no va a resolver la crisis europea. Los extranjeros no ven el sentido de asignar fondos cuando los propios europeos no dan señales suficientemente fuertes de salvar la unión monetaria. Todo dependerá de si los países europeos logran tomar decisiones convincentes en términos financieros y políticos”, dijo el economista Jacques Cailloux al RBC Daily.
Fitch muestra tarjeta roja a bancos europeos
Además, la agencia Fitch ha rebajado los ratings a largo plazo de los seis bancos más grandes del mundo, cuatro de ellos en Europa. La degradación afectó a Bank of America Barclays PLC, BNP Paribas, Credit Suisse, Deutsche Bank y The Goldman Sachs Group.
Los expertos vinculan la rebaja con el empeoramiento de la situación financiera en el contexto de la crisis de deuda en la eurozona. La disminución simultánea se debe a la profunda dependencia de las instituciones financieras de factores que determinan el estado de ánimo general en el sector bancario y de las relaciones de colaboración a través de los flujos financieros.
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