martes, 22 de julio de 2014

El Plan de Dios para la Salvación: “Consumado es” (Juan 19:17-30)

chrysanthemum1El Plan de Dios para la Salvación: “Consumado es” (Juan 19:17-30)

En el Evangelio de San Juan capitulo 19 vemos como fueron los últimos momentos de la vida de nuestro Señor Jesucristo. A través de los capítulos anteriores, él nos estuvo enseñando el plan de Dios para la salvación del mundo.
Ahora habia llegado el momento más aterrorizante que nadie se pueda imaginar. Jesús, el Hijo de Dios, santo y puro, iba a ser HECHO PECADO por amor a nosotros. La ira que nos corresponde a nosotros, le cayó encima a él. Nadie puede siquiera empezar a imaginarse la angustia y sufrimientos de Jesús. Gotas de sangre habían caido por su rostro unos momentos antes anticipando el trago que le esperaba. Fue abandonado por todos, incluido su Padre. ¡Que soledad tan grande! ¡Que tristeza inimaginable! Pero que nadie se equivoque en el análisis del sufrimiento del Salvador. No era meramente el dolor físico, que ya era inmenso, sino que a éste se le añadía otro mucho peor. Dios, que es Santo, Puro, Perfecto, iba a convertirse en la representación del pecado, iba a cargar con todo el pecado del mundo. Esto no hay palabras para poder describirlo. De ahí la agonía que sufrió nuestro Señor.
Y por si esto fuera poco, quizá lo más horrible de todo para El, fue la separación de su Padre. Dios Padre, el cuál no podía tener ninguna relación con el pecado, se separó de Su Hijo. Por eso, el Señor Jesucristo dijo con dolor extremo: “Dios mio, Dios mio, ¿por qué me has desamparado?”.
¿Cómo escaparamos nosotros si descuidadmos una salvación tan grande? Hebreos 2:1-3.
Antes de esto, Jesús nos dijo cosas fundamentales que debemos recordar.
A la mujer Samaritana de Juan 4 le dijo que ella debería pedirle agua viva, porque ésa agua refresca para siempre. Jesús rompió las normas de su tiempo incluyendo a las mujeres en su plan de salvación. No fue hasta entonces que las mujeres tuvieron un lugar de igualdad con los hombres. Hasta entonces las mujeres eran ciudadanas de segunda clase. Muchas mujeres no saben esto, es hora que lo sepan. El Cristianismo no rebaja a la mujer sino que la ha elevado. Ha sido la iglesia corrupta la que no ha seguido la pauta del Señor.
La Samaritana le pidió a Jesús que le diera su agua viva. A continuación Jesús le dice algo que parece fuera de lugar: “Ve, llama a tu marido y ven acá”.
La mujer había tenido cinco maridos y ahora vivía con uno que no era su marido. Jesús le dijo todo esto sin conocerla porque él puede ver hasta el fondo de nuestro corazón. La mujer fue sincera y le dijo que no tenía marido.
Dios perdona nuestros pecados si estamos dispuestos a reconocerlos. Ese fue el caso de la mujer Samaritana. Ella le pidió a Jesús esa agua viva y fue salva desde aquella misma hora.
Igualmente tenemos el caso de la mujer que tocó el manto de Jesús. Mateo 9:22: “Pero Jesús volviéndose y mirándola, dijo: Ten animo, hija, tu fe TE HA SALVADO. Y la mujer fue salva desde aquella misma hora”.
La salvación o nuevo nacimiento es como un parto humano. Hay un periodo de gestación, a veces complicaciones, y finalmente unas horas de dolores intensos, pero llega el momento que el bebé entra en el mundo Y NACE. Ve la luz.
Es igual en el nuevo nacimiento. Se tarda un tiempo en desarrollarse el proceso que lleva al nuevo nacimiento, pero llega un momento en que por fin naces. No te queda duda que has nacido.
Consumado es
Estás maravillosas palabras de Jesús deben resonar en nuestro corazón. En el mismo momento que muere nuestro Señor, la obra de redención fue consumada. La salvación está asegurada. Todo está pagado. La deuda está cancelada. Todo está hecho, no hay más que hacer. NINGUNA OTRA OBRA.
2 Corintios 5:21
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos JUSTICIA DE DIOS EN ÉL”.
Dios te hace una oferta. “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar”. (Mateo 11:28). Venid a mí. Tenemos que IR  A ÉL. Solo eso.
“Porque la paga del pecado es muerte, más la Dádiva (regalo) de Dios, es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
Señores, la salvación de Dios es un regalo que hay que aceptar. En el mismo momento que lo hacemos SOMOS SALVOS, HEMOS NACIDO DE NUEVO EN LA FAMILIA DE DIOS.
CONSUMADO ES.
¿Se habian preguntado antes que significaba esta afirmación, “consumado es”? Ahora ya lo saben.
Estos son los cuatro pasos para la salvación:
1. Arrepiéntete de ir por tu propio camino y vuélvete a Dios.
2. Cree que Jesús murió en tu lugar.
3. Pídele a Jesús que te salve.
4. Recibe a Jesús en tu corazón como tu Salvador personal por medio de una oración sincera.
Solo tienes que ir a él y pedirle. Es muy sencillo, pero se requiere fe. ¿Tienes la suficiente fe para creer esto?
¨Pero sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6b.
Esto se puede hacer en cualquier parte, pero mejor a solas directamente con el Señor. Así lo hice yo.
No te demores. Dios te espera.
Ref. Santa Biblia, vs. Reina Valera

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