domingo, 29 de junio de 2014

Anticipan un ‘Niño’ caliente e incendiario

 

Anticipan un ‘Niño’ caliente e incendiario


La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus sigla en inglés) de Estados Unidos alertó que existen condiciones para pronosticar que el fenómeno de El Niño que se espera para este año sea igual al registrado en 1997, que fue el más intenso y mortífero para México y que generó una ola de calor, sequía e incendios que azotó Yucatán.
La NASA reveló que a través del satélite Jason-2 se ha detectado un patrón de alturas de la superficie del mar y temperaturas que hacen recordar la manera en la cual se veía el Pacífico en la primavera boreal de 1997.
Bill Patzert, un climatólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, recalcó que esas características se observaban en 1997 ‘y resultaron ser el precursor de una gran corriente de El Niño’.
Lo que el satélite Jason-2 ha estado observando es una serie de ‘olas Kelvin’, es decir, masivas olas al nivel del mar que viajan a través del Pacífico, desde Australia hasta América del Sur. Los pronosticadores están prestando mucha atención puesto que estas olas podrían anticipar que la fuerza, temperatura y dirección de El Niño serán similares a las de 1997.
Cabe señalar que el fenómeno de El Niño es producido por el calentamiento de la temperatura del agua del Pacífico Oriental (costa oeste de Sudamérica), lo que genera una mayor y más intensa temporada de huracanes en ese océano y disminuye en el Atlántico y Golfo de México.
El último fenómeno de El Niño se registró entre 2009 y 2010, en tanto que el más intenso y mortífero para México y el mundo  ocurrió entre 1997 y 1998.
Para Yucatán, este fenómeno generará una disminución en el número e intensidad de ciclones tropicales. Sin embargo, esto no significa que el estado y toda la Península estén exentos de uno de esos meteoros, ya que Isidoro, de categoría 3, golpeó a Yucatán precisamente con la presencia de El Niño en septiembre de 2002.
Con ciclones o sin ellos, El Niño sería causante en la entidad de altas temperaturas y sequías, así como los consecuentes incendios forestales y de maleza para los próximos dos años.
Datos a nivel nacional revelan que los mayores incendios en el país se registraron un año después de la presencia de El Niño, en 1998, con la cifra histórica de 14 mil 445 siniestros, cuando resultaron con mayor afectación los estados de Quintana Roo, Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Tabasco, Veracruz, Guanajuato y Chihuahua.
La situación ya está presente, ya que ante la presencia del fenómeno para este año, el jefe del Observatorio Meteorológico de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Juan Vázquez Montalvo, indicó que se espera una temporada de extrema sequía para la Península de Yucatán, y de altas temperaturas, las cuales ya estuvieron presentes en el primer semestre del año.
Mientras tanto, para el Pacífico se espera una intensa temporada de huracanes. En 1997 la temporada fue poco activa en el Atlántico, pues sólo hubo ocho tormentas con nombres, en tanto que el Pacífico registró una de sus temporadas más activas, la más costosa, mortífera e intensa desde que se tienen registros.
Ese año se formó Linda, el huracán más intenso que se haya registrado en el Pacífico, así como Paulina, el más letal en esa zona desde Liza en 1976, al arrasar Puerto Escondido y Acapulco, donde dejó cientos de muertos debido a inundaciones repentinas.
Además, también se formó el huracán Nora, un ciclón que impactó con fuerza Baja California Sur, causando lluvias torrenciales en Loreto; Baja California, donde dejó extensos daños en San Quintín y San Felipe; Sonora, donde afectó Puerto Peñasco, e inclusive California y Arizona, donde provocó inundaciones.
A nivel mundial, El Niño de 1997-1998 provocó pérdidas directas valoradas en 24 mil millones de euros, así como 24 mil 120 muertos y 6 millones 250 mil desplazados.

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