Su cola se extiende más de 92.000 kilómetros, siete veces el diámetro de la Tierra, y tiene una «cabeza» más grande que Australia. Los científicos esperan que sea fácilmente visible desde la Tierra a finales de año
Los científicos esperan con impaciencia la
llegada del recién descubierto cometa Ison, una roca que
volará a más de un millón de kilómetros por encima de la superficie del Sol el
próximo 28 de noviembre, cuando se espera sea
fácilmente visible desde la Tierra. El espectáculo puede ser tan colosal que
hay quien espera que se convierta en «el cometa del siglo». De
momento, el Hubble ha captado su imagen cuando la roca se encontraba algo
más próxima que Júpiter, a 621 millones de km de nuestra estrella (634 millones
de km de la Tierra). Incluso a esa distancia se aprecia su gran actividad.
El cometa C/2012 S1 (Ison) es muy inusual, ya que llega del interior
del Sistema Solar por primera vez. Fue descubierto en septiembre de 2012, cuando
estaba más lejos del Sol que Júpiter-, a esa distancia tan grande ya estaba
activo. Esto es distinto de la mayoría de los cometas que pasan muy cerca del
Sol, que solo se descubren y permanecen visibles durante las horas en las que se
encuentra más cerca del Astro rey. Cuando están cerca, estos cometas se
calientan intensamente y subliman no solo el hielo, sino también silicatos e
incluso metales, liberando una enorme cantidad de polvo. La expectación es alta,
ya que parece que Ison será mucho más brillante y espectacular que la mayoría de
los otros cometas cuando haga su aproximación a finales de este año.
«Ison proporciona a los astrónomos una oportunidad única para
estudiar un cometa fresco, conservado desde la formación del Sistema solar».
afirma Jian-Li Yang, del Instituto de Ciencias Planetarias en Tucson, Arizona
(EE.UU.), quien dirigió al equipo que tomó imágenes del cometa. «El alto brillo
esperado del cometa al acercarse al Sol permite muchas medidas importantes que
son imposibles en la mayoría de los cometas nuevos», añade.
El equipo está usando estas imágenes para medir el nivel de actividad
del cometa y determinar el tamaño del núcleo, con el fin de predecir su
actividad cuando pase más cerca del Sol, a finales de este año. Las mediciones
preliminares de las imágenes del Hubble indican que el núcleo, el cuerpo helado
sólido en el centro de la cometa, no es mayor de tres o cuatro millas de
diámetro. Es notablemente pequeño teniendo en cuenta el alto nivel de actividad
observado en el cometa hasta ahora. Este pequeño tamaño también significa que el
resultado de su paso cerca del Sol es muy difícil de prever.
Una cabeza más grande que Australia
El cometa está activo, ya que la luz del Sol
calienta su superficie y hace que los elementos volátiles congelados se
sublimen. La coma de polvo del cometa, su cabeza o cabellera, la nube de
polvo y gas que rodea el núcleo, tiene 5.000 kilómetros de ancho, 1,2 veces el
ancho de Australia. Su cola
de polvo se extiende más 92.000 kilómetros, siete veces el diámetro de la
Tierra, mucho más allá del campo de visión del Hubble.
Un análisis detallado de la coma de polvo que rodea el núcleo revela
un fuerte chorro de partículas de polvo de la cara del núcleo del cometa que da
al Sol. Este chorro, proyectado en el cielo, se extiende por lo menos 3.700
kilometros.
Si Ison se convertirá en el
«cometa del siglo» y
eclipsará a todos los demás cometas brillantes que hemos visto en el pasado
todavía está por verse. Un análisis más cuidadoso está actualmente en curso para
mejorar las mediciones y para predecir cómo será el paso del cometa.
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