Un informe de la Defensa Civil revela un cuadro preocupante sobre la preparación del Estado de Israel para un escenario de un ataque con armas químicas.
"Al igual que en 2010, la preparación de las oficinas del gobierno y las autoridades contra una amenaza de armas no convencionales es de mediana a baja", señala el reporte, citado por el diario Yediot Aharonot.
A pocas decenas de kilómetros de la frontera en medio de feroces combates, en Siria, existen grandes depósitos de armas químicas. El Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) está siguiendo con gran preocupación el destino de los arsenales que contienen miles de toneladas de varios elementos químicos, que combinados e instalados en ojivas de misiles podría tener al Estado judío como blanco.
Pero lo alarmante es que se estima que algunos grupos terroristas podrían estar procurando alcanzar esos mismos arsenales.
"Existen muchas indicaciones de la voluntad de organizaciones terroristas regionales de conseguir información sobre las armas no convencionales y de adueñarse de los depósitos de elementos no convencionales estatales", indica el informe.
El informe categoriza los distintos
tipos de amenazas en la siguiente escala: Terror químico – alta probabilidad y media gravedad; terrorismo biológico – probabilidad media y alta gravedad (principalmente epidémica); radioactividad radiológica (uso de materiales radioactivos) – probabilidad media y baja gravedad.
El informe indica que en términos de distribución de máscaras de gas la preparación es baja. Existe una brecha crítica entre la preparación del Estado de Israel frente a escenarios no convencionales y la confianza de la gente en las instituciones y las instrucciones del Estado".
Desde que se comenzó el proyecto de distribución de las máscaras de gas en 2010, se entregaron 4.6 millones de equipos, lo que representa el 58 por ciento de la población. De esa cifra, 3 millones de equipos se distribuyeron en las zonas amenazadas, 77 por ciento en instituciones y 57 por ciento a las empresas esenciales. "En situaciones de crisis, sería posible activar un programa pilar para distribuir el resto del stock dentro de los ocho días y otros tres días adicionales para la organización, y el déficit esperado luego de usar el presupuesto entero se ubicaría en 2.5 millones de máscaras de gas. Además, por el momento, no hay una solución adecuada para los ancianos".
El informe indica que en términos de distribución de máscaras de gas la preparación es baja. Existe una brecha crítica entre la preparación del Estado de Israel frente a escenarios no convencionales y la confianza de la gente en las instituciones y las instrucciones del Estado".
Desde que se comenzó el proyecto de distribución de las máscaras de gas en 2010, se entregaron 4.6 millones de equipos, lo que representa el 58 por ciento de la población. De esa cifra, 3 millones de equipos se distribuyeron en las zonas amenazadas, 77 por ciento en instituciones y 57 por ciento a las empresas esenciales. "En situaciones de crisis, sería posible activar un programa pilar para distribuir el resto del stock dentro de los ocho días y otros tres días adicionales para la organización, y el déficit esperado luego de usar el presupuesto entero se ubicaría en 2.5 millones de máscaras de gas. Además, por el momento, no hay una solución adecuada para los ancianos".
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