“Señor, ayúdanos a permanecer fieles a ti”
Sí. Hoy Dios está obrando en forma milagrosa. Cada vez hay más creyentes que están entendiendo la visión de la tercera corriente de Dios en las misiones, sin todas las trampas de la gran promoción. Ya hemos visto a miles de individuos levantándose para ser parte de la obra. Pero creo que esto es solo un anticipo de los millones que responderán en los días venideros. Muchos pastores, líderes de iglesias, antiguos misioneros y emisoras cristianas en el occidente también están dando su apoyo desinteresado.
Además de estos patrocinadores y contribuyentes, hay voluntarios que coordinan esfuerzos a nivel local. Esta red de obreros locales está haciendo una contribución tremenda en llevar a cabo la gran comisión. Representan a EPA en conferencias y distribuyen literatura a amigos. Muestran videos de EPA y comparten con las iglesias, las escuelas dominicales, los estudios bíblicos, las reuniones de oración y otros encuentros cristianos lo que el Señor está haciendo a través de los misioneros nativos. Al reclutar a más personas que envían, multiplican el esfuerzo propio.
Nunca me voy a olvidar de una viuda jubilada que conocí en una gira de conferencias. Estaba emocionada por lo que todavía podía hacer a pesar de que no trabajaba. Así que prometió patrocinar a un misionero con su modesta jubilación.
Después de seis meses recibí una carta muy triste de ella. “Hermano K.P.”, escribió, “soy muy privilegiada al poder apoyar a un misionero. Ahora vivo sola y tengo un único ingreso fijo. Sé que cuando vaya al cielo voy a encontrarme con gente que ha conocido a Cristo a través de mi colaboración, pero debo reducir mi ayuda porque las cuentas de los servicios han subido. Por favor oren por mí para que encuentre la manera de dar mi apoyo completo de nuevo”.
Cuando mi esposa Gisela me mostró la carta, me conmovió profundamente. Llamé a la mujer y le dije que no tenía que sentirse culpable, que estaba haciendo todo lo que podía. Hasta le recomendé que deje de dar su apoyo si la situación empeoraba.
A las dos semanas llegó otra carta. Escribió: “He estado orando todos los días para encontrar la manera de tener más dinero para mi misionero. Y mientras oraba el Señor me mostró una forma: desconectar mi teléfono”.
Miré el cheque. Se me llenaron los ojos de lágrimas pensando cuánto sacrificaba esta mujer. Debe estar sola, pensé. ¿Qué pasaría si se enferma? Sin teléfono, se aislaría del mundo. “Señor”, oré con el cheque en mis manos, “ayúdanos a que permanezcamos fieles a ti y honrar este gran sacrificio”.
Otra donación, esta vez de un muchacho de 13 años de edad llamado Tommy, muestra el mismo espíritu de sacrificio. Por más de un año, Tommy había estado ahorrando para una bicicleta nueva para ir a la escuela. Luego escuchó el valor de las bicicletas para los misioneros nativos como Mohan Ram y su esposa del estado de Tamil Nadu. Desde 1977, Mohan estuvo caminando bajo el sol abrasador entre las aldeas, comprometido con su esposa en la plantación de iglesias a través de clases bíblicas, evangelismo al aire libre, distribución de tratados, ministerio con los niños y traducción de la Biblia. Él y su esposa vivían en una casa alquilada con una habitación y tenían que caminar kilómetros o tomar autobuses para llevar a cabo la obra del evangelio. Una bicicleta significaría más para él de lo que significaría un auto en las afueras de los Estados Unidos.
Pero una bicicleta nueva, que costaría solo $105, estaba totalmente fuera del alcance de su presupuesto familiar. Cuando vine a los Estados Unidos me sorprendió que las bicicletas aquí se consideran juguetes para los niños o una manera de bajar peso. Para los misioneros nativos representan una forma de expandir enormemente el ministerio y reducir el sufrimiento.
Cuando Tommy escuchó que los misioneros nativos usan sus bicicletas para andar de 27 a 32 kilómetros por día, tomó una gran decisión. Decidió darle a EPA el dinero de la bicicleta que había ahorrado.
“Puedo usar la bicicleta vieja de mi hermano”, escribió. “Mi papá me dio permiso para enviarles el dinero de mi bicicleta nueva para un misionero nativo”.
Algunas personas encuentran maneras inusuales de dar un apoyo extra para un misionero nativo. Un trabajador de una fábrica pasa por todos los contenedores de basura recolectando el aluminio de las bebidas en lata. Cada mes recibimos un cheque de él, que por lo general es suficiente para patrocinar a dos o más misioneros.
Un pastor, que tiene una congregación en el sudoeste de más de 12.000 personas, apoya personalmente a varios misioneros nativos. Como otros pastores, él ha ido más allá de la frontera para aprender sobre la obra de los misioneros nativos. Además del apoyo de su congregación mensual, ha pedido al personal de EPA que haga varias presentaciones en la iglesia. Como resultado, varios cientos de familias también han patrocinado. A través de su influencia, varios pastores más también han empezado a incluir a EPA en sus presupuestos misioneros habituales.
Una muchacha, cuyos padres han servido en la India por 30 años, dijo: “Siempre me pregunté por qué mis padres no veían a la gente venir a Jesús a través de su obra. Ahora me alegro de poder patrocinar a un misionero nativo que sea fructífero”.
Algunas otras organizaciones cristianas en los Estados Unidos han dado su apoyo para la obra de EPA de maneras únicas. Por ejemplo, fuimos invitados a participar en el “Keith Green Memorial Concert Tour” (Gira de conciertos en memoria de Keith Green) como representantes oficiales de las misiones en el tercer mundo.
Uno de los amigos más queridos de EPA ha sido David Mains de “Mainstay Ministries” (Ministerios Pilar Principal) en Wheaton, Illinois. Por medio de mis visitas como invitado a su programa de radio, muchos patrocinadores de todas partes de los Estados Unidos se han unido a nuestra familia. David y su esposa Karen, nos han aconsejado y ayudado en muchas áreas de gran necesidad, incluyendo la publicación de este libro.
A pesar de que David y Karen nunca han dicho nada sobre el sacrificio de dar, yo sé que ellos nos han ayudado durante épocas en las que su propio ministerio experimentaba tensiones económicas. Pero la Escritura es cierta cuando dice: “Dad, y se os dará …” (Lucas 6:38). Una de las leyes del reino que no cambia es que debemos dar siempre de nosotros mismos, tanto en buenos como en malos momentos. ¿Cuántas iglesias norteamericanas, ministerios cristianos e individuos tienen dificultades financieras porque han desobedecido los mandamientos claros de Dios de compartir?
Podría hacer una lista de muchos otros que han ayudado, pero uno más que debo mencionar es a Bob Walter, redactor y editor desde hace mucho tiempo. Lleno de sensibilidad al Espíritu Santo, Bob oraba por nosotros y comentó que se sintió guiado por Dios para publicar artículos e informes sobre nuestro trabajo. También compartió su lista de correo con nosotros, promocionando nuestro ministerio e instando a los lectores para que apoyen al movimiento misionero nativo mientras que otros esperaban para ver que sucedía con nuestro nuevo ministerio.
Su forma generosa de compartir ayudó a lanzar a EPA en el comienzo y hoy nos sigue ayudando a crecer. En nuestras noches semanales de oración y en reuniones habituales de oración, nos acordamos constantemente de agradecerle a Dios por esta clase de favores, y oramos para que más líderes sean tocados con la necesidad de compartir sus recursos con el tercer mundo.
Quizás el acontecimiento más apasionante de largo alcance ha sido el cambio lento pero firme en la actitud de las agencias y las denominaciones misioneras estadounidenses hacia los movimientos misioneros nativos.
Una tras otra, las misiones y las denominaciones con más experiencia han cambiado sus políticas foráneas y están comenzando a apoyar a los movimientos misioneros nativos como socios, en igualdad de condiciones, en la obra del evangelio. El viejo racismo y el pensamiento colonial están desapareciendo en forma lenta pero firme.
Creo que esto podría tener un impacto de gran alcance. Si las denominaciones occidentales y las agencias de misiones con más experiencia usaran sus redes masivas de apoyo para reunir fondos para las misiones nativas, nosotros y otros ministerios misioneros nativos similares podríamos apoyar a varios cientos de miles de misioneros nativos más en el tercer mundo.
John Haggai pregunta: “En días en los cuales aproximadamente las tres cuartas partes de la gente del tercer mundo vive en países que desaniman o prohíben rotundamente los esfuerzos misioneros extranjeros, ¿de qué otra manera podemos obedecer el mandato de Jesucristo de evangelizar todo el mundo? Para muchos cristianos precavidos la respuesta es cada vez más clara: en los países cerrados, la evangelización a través de líderes cristianos nacionales entrenados es la manera lógica… Algunos observadores han llegado al extremo de decir que puede ser la única manera”.
El día del movimiento misionero nativo ha llegado. Las semillas han sido plantadas. Delante nuestro, tenemos mucho que cultivar, pero solo puede suceder si compartimos nuestros recursos como lo indicó el apóstol Pablo en 2 Corintios 8 y 9. Allí exhorta a los cristianos adinerados a recolectar dinero y enviarlo para apoyar a las iglesias pobres para que la igualdad abunde en todo el cuerpo de Cristo. Él argumenta que los que tienen están obligados a compartir con los que no tienen, debido al ejemplo que nos dejó Cristo.
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9). Este es el clamor del Nuevo Testamento que repito a los cristianos adinerados y prósperos del occidente. Muchos están dispuestos a seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, quien se hizo pobre para salvar a los demás.
¿Cuántos están listos a vivir por la eternidad y seguir Su ejemplo de una vida de mayor sacrifico? ¿Cuántos se unirán al espíritu de sufrimiento de los hermanos nativos? Ellos pasan hambre, están desnudos y no tienen hogar por amor a Cristo. No les pido a los occidentales que se unan a ellos, que duerman en las calles ni que vayan a la cárcel por su testimonio. Pero sí les pido a los creyentes que compartan de la forma más práctica posible, a través de la participación financiera y la oración intercesora.
Una pareja oyó el mensaje y demostró comprender realmente lo espiritual. Escribieron recientemente: “Mientras leíamos la revista SEND! (¡Envía!), el Señor comenzó a hablarnos de ir a la India. Al considerar y preguntarle al Señor sobre esto, nos habló de nuevo y dijo: ‘Ustedes no irán en persona, pero sí irán espiritual y financieramente’”.
“Bien, alabado sea el Señor, aquí está nuestro ‘primer viaje’ a la India. Por favor use este dinero donde vea la mayor necesidad. Que las abundantes bendiciones de Dios sean sobre usted y su ministerio”.
Había un cheque por $1.000 adjunto. Estaba firmando: “Los compañeros de la obra de Cristo, Jim y Betty”.
¿Mi oración? Por varios cientos de miles de Jim y Betty más con la sensibilidad espiritual de escuchar lo que el Señor realmente dice hoy a la iglesia estadounidense.
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ARRIBA: ESTOS MISIONEROS DE GOSPEL FOR ASIA están trabajando para llegar a los no alcanzados de las regiones montañosas de Nepal. Frecuentemente deben viajar por peligrosos caminos de montañas, arriesgando su propia vida para llegar a los no alcanzados.
ABAJO: CADA AÑO, Gospel for Asia produce casi 25 millones de fragmentos de literatura en 18 idiomas para alcanzar a las multitudes que están tremendamente hambrientas del evangelio.
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ARRIBA: CADA AÑO, docenas de misioneros nativos son golpeados por predicar el evangelio. Algunos son hospitalizados y unos pocos se vuelven mártires de la causa de Cristo. Pero aún así, salen al campo conociendo los riesgos. En su corazón está la carga de llevar el mensaje de Jesucristo a los lugares perdidos de Asia.
ABAJO: LOS EQUIPOS MOVILES DE GFA son una de las herramientas más poderosas del ministerio. Equipados con literatura cristiana, la película de la vida de Jesús, un generador y un altavoz, ellos viajan de pueblo en pueblo, predicando el evangelio y plantando iglesias.
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ARRIBA: MISIONEROS NATIVOS FRECUENTEMENTE CAMINAN de 15 a 25 kilómetros para llegar a un solo pueblo no alcanzado. Las bicicletas los ayudan a llegar a muchos más. Cada año Gospel for Asia compra miles de bicicletas, habilitando a los misioneros a llegar más lejos en menos tiempo.
ABAJO: CON UN PORCENTAJE DE ANALFABETISMO DEL 60 AL 80 POR CIENTO en muchas partes del subcontinente, cuadros ilustrados como este comunican con claridad el evangelio. Estos pueblerinos escuchan atentamente al misionero nativo explicarles sobre el Señor Jesucristo. Muchas veces, ahí mismo en la calle, ellos reciben a Jesús en su corazón.
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ARRIBA: LA RADIO es un medio sumamente efectivo para llegar a los no alcanzados. En cooperación con emisoras internacionales, Gospel for Asia produce transmisiones diarias en 103 idiomas. En respuesta, más de 80.000 personas nos escriben cada mes pidiendo más información sobre Jesús.
ABAJO: UNA FAMILIA ESCUCHA la transmisión nepalí de Gospel for Asia. Cada año, en áreas remotas a lo largo del campo misionero, se plantan iglesias gracias a las transmisiones radial de GFA. Millones de personas escuchan el nombre de Jesús a través de este medio.
Continuará…
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