Una simulación de guerra desarrollada por el Pentágono concluye que un supuesto ataque de Israel a Irán desataría una guerra regional en la que EE.UU. se vería implicado de forma casi inevitable, informó el New York Times.
El ejercicio de "guerra virtual", llamado "Internal Look" y que se utilizó tanto en la Guerra Fría como para predecir el resultado de la inminente invasión a Irak en 2002, fue empleado durante dos semanas por el Comando Central estadounidense para simular un escenario en el que Israel cumpliera sus amenazas de atacar a Irán.
Según indicaron al diario funcionarios estadounidenses que participaron en el experimento o fueron informados de sus resultados, de naturaleza clasificada, el ejercicio reforzó los temores del Departamento de Defensa sobre "la naturaleza impredecible e incontrolable" de un supuesto ataque de Israel.
De acuerdo con la simulación, una vez que ese país lanzara su ataque sobre Irán, que vería retrasado durante un año su programa nuclear, la República Islámica puede considerar que EE.UU. e Israel llevaban a cabo conjuntamente los ataques, por lo que "consideraría cómplices a las fuerzas estadounidenses en el
El ejercicio de "guerra virtual", llamado "Internal Look" y que se utilizó tanto en la Guerra Fría como para predecir el resultado de la inminente invasión a Irak en 2002, fue empleado durante dos semanas por el Comando Central estadounidense para simular un escenario en el que Israel cumpliera sus amenazas de atacar a Irán.
Según indicaron al diario funcionarios estadounidenses que participaron en el experimento o fueron informados de sus resultados, de naturaleza clasificada, el ejercicio reforzó los temores del Departamento de Defensa sobre "la naturaleza impredecible e incontrolable" de un supuesto ataque de Israel.
De acuerdo con la simulación, una vez que ese país lanzara su ataque sobre Irán, que vería retrasado durante un año su programa nuclear, la República Islámica puede considerar que EE.UU. e Israel llevaban a cabo conjuntamente los ataques, por lo que "consideraría cómplices a las fuerzas estadounidenses en el
Golfo Pérsico".
Esa premisa llevaría a Teherán a atacar con misiles un buque de guerra de la Marina en el Golfo, matando a alrededor de 200 estadounidenses, según indicaron los funcionarios al diario.
Estados Unidos puede considerar ese ataque un acto de guerra,lo que le puede dar base para responder con sus propios bombardeos a instalaciones nucleares iraníes.
El ejercicio apuntó a que "puede ser imposible descartar la participación estadounidense en cualquier confrontación creciente con Irán", y preocupó especialmente al general James N. Mattis, que dirige las tropas estadounidenses en Oriente Medio, el Golfo Pérsico y el sudeste asiático, de acuerdo con el rotativo.
Al concluir la simulación, Mattis dijo a sus asesores que un primer ataque israelí tendrá "consecuencias nefastas en toda la región y para las fuerzas estadounidenses allí", según el diario.
Los funcionarios insistieron en que el ejercicio no se diseñó como un ensayo para una acción militar estadounidense, sino para probar las comunicaciones militares internas entre el Pentágono, la sede del Comando Central en Tampa (Florida) y el Golfo Pérsico, en preparación para un supuesto ataque israelí.
También subrayaron que la simulación no es el único resultado posible de un conflicto real, y que, pese a la sofisticación del ejercicio, resulta imposible predecir cómo reaccionaría el liderazgo iraní ante un emergente conflicto con Israel. EFE
Esa premisa llevaría a Teherán a atacar con misiles un buque de guerra de la Marina en el Golfo, matando a alrededor de 200 estadounidenses, según indicaron los funcionarios al diario.
Estados Unidos puede considerar ese ataque un acto de guerra,lo que le puede dar base para responder con sus propios bombardeos a instalaciones nucleares iraníes.
El ejercicio apuntó a que "puede ser imposible descartar la participación estadounidense en cualquier confrontación creciente con Irán", y preocupó especialmente al general James N. Mattis, que dirige las tropas estadounidenses en Oriente Medio, el Golfo Pérsico y el sudeste asiático, de acuerdo con el rotativo.
Al concluir la simulación, Mattis dijo a sus asesores que un primer ataque israelí tendrá "consecuencias nefastas en toda la región y para las fuerzas estadounidenses allí", según el diario.
Los funcionarios insistieron en que el ejercicio no se diseñó como un ensayo para una acción militar estadounidense, sino para probar las comunicaciones militares internas entre el Pentágono, la sede del Comando Central en Tampa (Florida) y el Golfo Pérsico, en preparación para un supuesto ataque israelí.
También subrayaron que la simulación no es el único resultado posible de un conflicto real, y que, pese a la sofisticación del ejercicio, resulta imposible predecir cómo reaccionaría el liderazgo iraní ante un emergente conflicto con Israel. EFE
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