La UE y EEUU quieren formar una unión económica

La Unión Europea y EEUU sostienen negociaciones secretas sobre la creación conjunta de una unión económico-comercial. Algunos medios informan de que Washington y Bruselas están confeccionando un tratado sin precedentes a fin de crear un mercado transatlántico único.

El objetivo de la iniciativa consiste en unir el Viejo y Nuevo Mundo como contrapeso a los mercados en rápido crecimiento de los países del BRICS, en particular la India, China y Rusia.

Pocos saben que Alemania fue la promotora de la idea de la integración económica entre la UE y EEUU. La iniciativa fue presentada en 2007 por la canciller Angela Merkel. El plan de Merkel no fue del agrado de Washington, y a partir de 2008, año de la crisis financiera, la idea fue pospuesta por largo tiempo. Según datos extraoficiales, de momento las negociaciones secretas conciernen a las inversiones mutuas y la elaboración de modelos únicos de imposición fiscal, la medicina, y otros ámbitos. Entretanto, los expertos ya están hablando de que la integración de las economías de las dos regiones será un asunto extremadamente complicado. En primer lugar, hay que tratar de que la iniciativa de las autoridades no perjudique a las empresas de altas tecnologías europeas y norteamericanas –apunta el politólogo Mijaíl Naizhmakov:

 

 

 

 

—La creación de semejante zona económica podría ayudar a una serie de corporaciones de uno u otro lado. Pero no hay que olvidarse de que ambas partes son fabricantes de productos altamente tecnológicos, en una esfera en que rivalizan activamente, por ejemplo, la aviación. Al abrir un camino más fácil hacia los mercados de una y de la otra parte, en el marco de tal zona económicamente libre, afectarían a sus propias corporaciones, que compiten entre sí.

La aparición de la zona económica transatlántica estimularía el crecimiento económico de EEUU y la UE. Los expertos ya han calculado que la abolición de los impuestos al comercio incrementaría el PIB de la UE en un 0,5 % y el de EEUU en 1,5 puntos porcentuales. El impulsor del crecimiento sería precisamente el aumento de las exportaciones, que por ambas partes podría equivaler a casi en un 25 %. De tal modo, EEUU y Europa juntos podrían hacer frente a las crecientes economías del BRICS. Es que en las últimas décadas tanto los europeos como los norteamericanos están perdiendo sus posiciones en el mundo. Pero esto no atañe a todos los mercados –señala el profesor de la Cátedra de Política Mundial de la Escuela Superior de Economía, Maxim Braterski:

—Europa, al menos en los últimos diez-quince años, está perdiendo paulatinamente su capacidad competitiva en relación a las economías de China y parcialmente de la India. Pero pierde su competitividad en ciertos sectores en que la mano de obra europea puede ser sustituida por la china, la vietnamita, etc. Y en otros ámbitos Europa no pierde su capacidad competitiva, porque no hay otra Roma, otro París u otra Londres.

La mayoría de los analistas se muestran escépticos con respecto a las perspectivas de la creación de la unión económica EEUU-UE, ya que se parece mucho a algo fabuloso. No obstante, teniendo en cuenta la tendencia de integración económica que se ha formado en diferentes partes del mundo, sería precipitado excluir esa unión económica. De modo que es muy posible que el siglo XXI sea el siglo de la formación dos asociaciones económicas, en las que EEUU y Europa “harán buenas migas” contra el resto del mundo, incluida Asia.