El calentamiento global y las inundaciones que azotan al planeta
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Meteorólogos de Rusia advierten que Ucrania podría ser el próximo país que sufra
las consecuencias de las temporadas de lluvias torrenciales anómalas.
A
comienzos de julio, la furia de los elementos atacó el sur de Rusia, Japón,
China, y en estos días, causa estragos en Polonia. En la comunidad científica
recobra fuerza el debate sobre si el calentamiento global sea o no, la causa de
todos estos cataclismos.
La inundación en la comarca rusa de Krasnodar
ocasionó la muerte a más de ciento setenta personas, y hasta ahora, continúa la
búsqueda de desaparecidos. En Japón perecieron más de veintiséis personas,
doscientos cincuenta mil habitantes fueron evacuados de varias localidades, que
posteriormente quedaron destruidas por la ira desatada de los elementos. En
China, los aguaceros torrenciales afectaron ocho provincias, en las que continúa
la cuenta de los damnificados y muertos. Aunque ya está claro que podría
tratarse de decenas y centenas. El sureste de Polonia ha sido azotado también
por lluvias incesantes. Todo esto ha ocurrido en el curso de una semana. Pero,
¿están relacionadas estas calamidades con el calentamiento global ?
Hace
un par de años, los científicos hablaban, en general, de que no existe ninguna
relación, y que el clima está cambiando por la influencia de otros factores. En
cualquier caso, la teoría misma del calentamiento global es una buena motivación
para estudiar la atmósfera. No importa cómo van a explicar finalmente los
científicos lo que sucede, lo principal es que acometan con ahínco el estudio
del cataclismo, declaraba Andrei Shmakin, jefe del laboratorio de Climatología
del Instituto de Geografía.
—Por primera vez, este asunto fue planteado
en los años ochenta del siglo pasado. Es un hecho real de que calentamiento
global tiene lugar y que es inevitable. Es posible deliberar sobre las causas,
pero calamidades concretas como las inundaciones, las lluvias torrenciales
ocurrían también antes y van a seguir sucediendo. Pero, ello no está vinculado,
directamente, al calentamiento o al enfriamiento. Ello es consecuencia de la
estructura de nuestra atmósfera, afirma Shmakin.
Este año, los brotes de
actividad se observaron en las regiones tradicionalmente problemáticas. La
geografía de los cataclismos no cambia, aunque se intensifica su fuerza, estima
Alexander Golubev, jefe de la sección de fenómenos peligrosos del territorio de
Rusia del Centro Hidrometeorológico.
—Así es como se desarrollan los
procesos meteorológicos este verano. Ellos son singularmente activos en el sur
del territorio europeo, si tomamos a nuestro país, en los distritos federales
del Sur y del Cáucaso Norte, donde en verano, bajo la influencia de una
convección activa se desarrollan en el día cúmulos de nubes lluviosas, de las
que más tarde caen fuertes aguaceros. En lo que respecta a Japón, allí se
explica por la influencia de los ciclones que llegan desde el sur y, de
tropicales se tornan no tropicales acarreando una gran cantidad de
precipitaciones. Esa no es una novedad para esos lugares.
Otra discusión,
que comenzó después de los hechos de la semana pasada, se refiere a la necesidad
de crear sistemas de advertencia operativa, fundamentalmente a nivel global.
Esto se confirma por la situación problemática en el sur de Rusia, en Ucrania y
en Polonia, donde las lluvias torrenciales comenzaron casi simultáneamente. En
tales casos justamente debe ser organizada en la región la comunicación entre
meteorólogos y representantes de los ministerios para Situaciones de
Emergencia.
Fuente: La voz de rusia
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