PALABRA PROFETICA DEL SEÑOR

Mi corazón se duele, dice el Señor, porque hay hijos que tomaron el camino de Balan, el del dinero, el de la codicia. Les he hablado una y otra vez y no escuchan, no quieren escuchar. En mi reino hay tal riqueza que no imaginan, no solo las calles son de oro, y las puertas del perla, no solo hay mansiones de reyes y vestidos majestuosos, hay más. Pero prefieren lo temporal a lo eterno, escogieron lo terrenal y no lo celestial, no tuvieron FE para mirar estas promesas, no creyeron a mi Palabra, eligieron el reino de Balan; no vieron el fin al que les espera a los que rechazan lo celestial, no creyeron en mi ni en mis Palabras y estoy triste por ellos, pero mi gozo y consuelo esta en mi novia amada, en los que creen mis palabras y pusieron sus ojos en lo celestial y en mis promesas confían, para ellos es mi delicia.

Por eso me llevo a mi novia, estoy enamorado de mi amada iglesia santa, que puso sus ojos en lo celestial, la traigo ya conmigo, la amo y quiero pasar la eternidad con ella, estaremos juntos por siempre.

Amada iglesia háblales a los que equivocaron el camino, a los que se pierden, a los engañados, no puedes dejarles nada mejor que tus palabras, dales testimonios, diles que enderecen su camino, que tomen el correcto, después de tu partida diles que aun los amare, y esperare su arrepentimiento, que tendrán dolor, pero podrán escapar aun con dolor del infierno eterno si son fuertes y se arrepienten. Que no se entreguen al malo.

Tú, Amada novia mía, vas a las calles de oro; a conocerlas, a ver las puertas de perla. Vas a ver los tesoros que te hiciste en el hogar celestial, lo que solo con tu fe, viste, y creíste. Confiaste en mis Palabras, allá vas pronto, estoy por llevarte, no te avergüences de creer en mí, porque yo no me avergoncé de morir por ti, no te importen sus burlas, pues ya partes a tu hogar y aquí quedaran todos los burladores y los incrédulos, los que no creyeron en mis riquezas, y buscaron lo temporal. Vendrás a mis brazos amada novia, sigue fiel, tu espera ya acaba.

Efesios 1:17-18“Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento; Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”