Y habrá grandes señales del cielo, en el sol, la luna, las estrellas y en la tierra los hombres con temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. ¡JESÚS VIENE PRONTO, PREPARÉMONOS EN SANTIDAD!. Lucas 21:11 y 25,26. Lucas 21:28,34-36, Hebreos 12:14, 1 Pedro 1:16.
Una nueva investigación elaborada por ‘Predictive Science’, subcontrata proveedora de servicios de NASA, eleva al 12 por ciento el riesgo de que se produzca un evento
Desde España, el Observatorio del Clima Espacial (http://www.facebook.com/ClimaEspacial) ha acogido los datos con “prudencia” y ha recordado que se “trata de una primera estimación a tomar en cuenta, pero que debe ser necesariamente contrastada y confirmada antes”. Así el Observatorio lo considera ante todo “una llamada de atención”, sea un 12 por ciento de riesgo, o un 1 por ciento, como ya reconoció la pasada semana el Comité Científico para Emergencias del Gobierno Británico.
“La cuestión es que hay una pequeña posibilidad reconocible de que el evento solar más peligroso conocido por el hombre pueda tener lugar en nuestros días con graves consecuencias para nuestra tecnología e infraestructuras. Eso debería bastar para prestar la atención debida a todo este fenómeno”, ha apuntado el Observatorio.
Del mismo modo, ha recordado que tanto la reciente Comisión de Investigación del Parlamento Británico sobre este riesgo como la North American Electric Reliability Corporation (NERC) ya habían elevado la calificación de riesgo de “bajo” a “moderado” y por eso en Estados Unidos se ha procedido al envio de circulares a los operadores industriales y a la activación de un nuevo protocolo especifico de alerta (el Geo-Magnetic Warning Notification System) entre otras medidas.solar tipo Carrington, ocurrido en 1859 y el más grave registrado hasta la fecha, en los próximos 7 años. Los expertos han indicado que una tormenta solar de la ‘magnitud Carrington’ erosionaría los paneles solares de los satélites artificiales y reduciría su capacidad para generar electricidad. El autor de este trabajo, publicado en ‘Space Weather Journal of Research’, Pete Riley, ha señalado que, si bien con la actividad solar es difícil hacer una previsión con exactitud en cuanto al momento y alcance del desarrollo de eventos específicos, sí es posible realizar un análisis de modelos sobre la base de ciertos patrones de actividad solar, que permitirían acotar un marco probabilístico de estimación de eventos solares extremos.
Una nueva investigación elaborada por ‘Predictive Science’, subcontrata proveedora de servicios de NASA, eleva al 12 por ciento el riesgo de que se produzca un evento
Desde España, el Observatorio del Clima Espacial (http://www.facebook.com/ClimaEspacial) ha acogido los datos con “prudencia” y ha recordado que se “trata de una primera estimación a tomar en cuenta, pero que debe ser necesariamente contrastada y confirmada antes”. Así el Observatorio lo considera ante todo “una llamada de atención”, sea un 12 por ciento de riesgo, o un 1 por ciento, como ya reconoció la pasada semana el Comité Científico para Emergencias del Gobierno Británico.
“La cuestión es que hay una pequeña posibilidad reconocible de que el evento solar más peligroso conocido por el hombre pueda tener lugar en nuestros días con graves consecuencias para nuestra tecnología e infraestructuras. Eso debería bastar para prestar la atención debida a todo este fenómeno”, ha apuntado el Observatorio.
Del mismo modo, ha recordado que tanto la reciente Comisión de Investigación del Parlamento Británico sobre este riesgo como la North American Electric Reliability Corporation (NERC) ya habían elevado la calificación de riesgo de “bajo” a “moderado” y por eso en Estados Unidos se ha procedido al envio de circulares a los operadores industriales y a la activación de un nuevo protocolo especifico de alerta (el Geo-Magnetic Warning Notification System) entre otras medidas.solar tipo Carrington, ocurrido en 1859 y el más grave registrado hasta la fecha, en los próximos 7 años. Los expertos han indicado que una tormenta solar de la ‘magnitud Carrington’ erosionaría los paneles solares de los satélites artificiales y reduciría su capacidad para generar electricidad. El autor de este trabajo, publicado en ‘Space Weather Journal of Research’, Pete Riley, ha señalado que, si bien con la actividad solar es difícil hacer una previsión con exactitud en cuanto al momento y alcance del desarrollo de eventos específicos, sí es posible realizar un análisis de modelos sobre la base de ciertos patrones de actividad solar, que permitirían acotar un marco probabilístico de estimación de eventos solares extremos.
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