"Dado que las profecías se cumplen en nuestros días. Señoras y señores, el pueblo de Israel ha vuelto a casa, y nunca serán arrancados de nuevo”, sentenció el primer ministro de Israel.
Las palabras del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ante la ONU pueden haber presagiado la guerra de Gog y Magog. Aunque las encuestas indican que menos de la mitad de la población de Israel, creen en la profecía bíblica, la cuestión religiosa siempre ha sido crucial para el estado judío. Cuando Netanyahu, habló en la Asamblea General de la ONU, el 01 de octubre, los medios de comunicación destacaron sólo os dos primeros tercios de su discurso.
Netanyahu, habló durante media hora. Gran parte de lo que se dijo fue que Israel atacará a Irán en cualquier momento. Este fue el foco de la mayoría de la mayoría de sus colocaciones. El resto eran consideraciones sobre un viejo tema: Palestina. Lo que sorprendió a muchos fueron los últimos minutos de su discurso.
En pocas palabras, el primer ministro cree que Irán no es confiable y su reciente conciliatoria es una estrategia para ocultar sus armas. En este momento, es la mayor amenaza para la paz mundial. Si otros países no quieren enfrentarse a él en una postura rígida, Israel está dispuesto a defenderse.
Sobre el nuevo presidente de Irán, Hassan Rohani, fue contundente el primer ministro de Israel: “Él es un lobo que cree que puede ponerse la lana sobre los ojos de la comunidad internacional”. También recordó que cuando Rouhani, era jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, entre 1989 y 2003, el gobierno le dio el visto bueno para los ataques terroristas que exterminaron centenas de personas.
A lo largo de su discurso, Netanyahu, citó los relatos del Antiguo Testamento que habla sobre Ciro, rey de Persia [ahora Irán] que hace unos 2.500 años llevó al exilio al pueblo judío en Babilonia. También permitió el regreso de los israelitas a su tierra para reconstruir el templo de Jerusalén. Para él, la amistad secular entre los dos pueblos se rompió en 1979, cuando ocurrió la Revolución Islámica en Irán, encabezada por el ayatolá Jomeini. Desde entonces, el gobierno iraní religioso musulmán, se ha aliado con los mayores enemigos de Israel, como son los países árabes.
Sin embargo, Netanyahu, alertó que Irán y Rusia son partidarios de la Gran Guerra en Siria, donde se utilizaron armas químicas. A partir de entonces, habló de su intención de tener paz con los palestinos de que haya “reconocimiento mutuo, en el que un estado palestino desmilitarizado reconoce al estado judío de Israel. Resaltando que “Israel es todavía una nación próspera con capacidad para defenderse”.
Por último, Netanyahu, utilizó un tono inesperado. “Dado que las profecías se cumplen en nuestros días. Vemos que serán realizadas como profecías. Como el profeta Amos [9:14-15] dijo: Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo.
“Señoras y señores, el pueblo de Israel ha vuelto a casa, y nunca serán arrancados de nuevo” sentenció.
Para muchos teólogos, el escenario se basa hoy en día, en comparación con el texto de Ezequiel 38-39, apuntando a lo que la Biblia dice acerca de cómo será la guerra de Gog y Magog. Donde las grandes naciones del mundo se unirán para pelear contra Israel.
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