miércoles, 27 de febrero de 2013

Los grandes asteroides, una amenaza cada vez mayor, según científico ruso

Los grandes asteroides, una amenaza cada vez mayor, según científico ruso


La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) lanzó desde la base Vandenberg de
la Fuerza Aérea en California, un sofisticado satélite que en los
próximos nueve meses escanerará cada 11 segundos el cielo con luz
infrarroja para fotografiar cientos de millones de objetos, entre ellos,
asterorides potencialmente peligrosos para la Tierra.


EFE


Moscú- – Los grandes asteroides son una amenaza cada vez mayor para la Tierra, por
lo que habrá que invertir más en el estudio de estos cuerpos celestes,
que hasta ahora no estaban en el centro de las investigaciones
espaciales, afirmó hoy el científico ruso Yuri Záitsev.
“Los asteroides nunca ocuparon un lugar central en la astronomía ni en las
investigaciones espaciales”, dijo Záitsev, miembro de la Academia de
Ingeniería de Rusia, en una entrevista con la agencia Interfax.
Agregó que esto se debe a que se consideraban ínfimas las probabilidades de que un
asteroide chocase con la Tierra y, por tanto, no tenía sentido invertir
enormes recursos en neutralizar una amenaza tan improbable.
“Creo que después de lo que ocurrió en Cheliábinsk este enfoque será revisado. Si
el bólido de Cheliábinsk hubiese estallado más cerca de la ciudad, el
desastre en la central nuclear de Chernóbil no nos parecería tan grave”,
indicó Záitsev.
El académico se refería al meteoroide que el pasado 15 de febrero se desintegró en
la atmósfera y provocó una lluvia de meteoritos junto a esa ciudad rusa
en los montes Urales, dejando heridas a más de un millar de personas, la
mayoría por la rotura de cristales.
Záitsev añadió que se comenzó a tomar plena conciencia del peligro que
representan los asteroides cuando fue descubierto el Apophis, que de
acuerdo a los cálculos de los científicos pasará a unos 40.000
kilómetros de la Tierra en 2029.
A esa distancia se sitúan las órbitas geoestacionarias de la mayoría de los satélites de telecomunicaciones.
“No se descarta que la gravitación terrestre afecte la trayectoria del Apophis,
por lo que se podría esperar que en 2036 pase más cerca de la Tierra e,
incluso, choque con nuestro planeta”, agregó.
El académico dijo que las consecuencias de esa colisión serán mucho más graves que
las del meteorito de Tunguska, que cayó en Siberia en 1908 y destruyó
millones de árboles sobre una extensión de más de 2.000 kilómetros
cuadrados, aunque -agregó- “seguramente no tendrían carácter global”.
En su opinión, para que el choque de un asteroide contra la Tierra sea una
catástrofe global el cuerpo celeste tendría que tener en su parte más
ancha más de un kilómetro, mientras que el Apophis mide alrededor de 325
metros.
“La Tierra ha tenido suerte con las ‘rocas celestiales’”, aseguró Záitsev, quien
recordó que la superficie de la Luna, Marte y Mercurio está cubierta de
cráteres dejados por éstas.
Agregó que Júpiter, con su gran masa, ha recibido la mayoría de los asteroides y
que la atmósfera terrestre es una buena defensa, pero sólo contra
cuerpos relativamente pequeños.
“Pero no hay garantías de seguridad”, sostuvo el científico, quien destacó que la
Tierra ha entrado en una especie de estela de grandes cuerpos celestes.
Explicó que en el último decenio han sido descubiertos más asteroides que en los dos
siglos anteriores y que anualmente se detectan más de un millar de
nuevos cuerpos.
“Los choques son inevitables. La pregunta es cuándo se producirán”, concluyó.

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