martes, 10 de abril de 2012

Oficiales de Israel: Siria se vuelve un campo de batalla de Irán y Al Qaeda

Oficiales israelíes se han mostrado altamente escépticos de que el gobierno sirio y la oposición acaten el cese del fuego mediado por el enviado de la ONU, Kofi Annan. Mientras tanto, en el terreno no se ha visto ninguna señal de retirada de las tropas de las zonas conflictivas de Siria; a pesar de que el alto el fuego debería haber entrado en vigor, dijeron activistas de la oposición.
"Se supone que el plan de la ONU debía haber entrado en vigor. Sin embargo, varios tanques del ejército sirio, que aún están desplegados en la provincia de Homs, bombardearon Al-Khalidiyeh y los barrios de Bab al-Sibaa", manifestó el activista Omar Homsi. "Los tanques y las tropas permanecen donde estaban, no hay ningún cambio hasta el momento ", agregó.
Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Derechos Humanos con sede en Londres destacó que si el plan de paz de la ONU fracasa, "Siria se encaminará hacia la guerra civil".
Activistas informaron que, en la víspera del cese del fuego, 155 personas fueron asesinadas a manos de las tropas sirias, principalmente en bombardeos y ejecuciones.
Fuerzas sirias abrieron fuego a través de la frontera, matando a un camarógrafo de televisión en el Líbano y a dos personas en un campo de refugiados de Turquía.
La misión de Annan podría incluso haber empeorado las cosas. Al no insistir en la salida del presidente Bashar Asad,
alentó a su régimen a intensificar la represión y a que exija condiciones previas para la aceptación de un cese al fuego.
Damasco ha dicho que se retirará de los centros urbanos sólo si las fuerzas de la oposición se comprometen por escrito a un alto al fuego, un requisito que la oposición ha rechazado de plano.
Asad considera que la comunidad internacional no intervendrá y que las sanciones no serán suficientemente duras. Por lo tanto, puede seguir tomando crueles medidas en su lucha por la supervivencia. Sin embargo, su política extremadamente represiva aún no ha logrado disuadir a la población siria, y el régimen está muy lejos de ser estable.
Oficiales israelíes dijeron al diario Haaretz que aún no está claro hasta qué punto Washington ayudará a provocar la caída de Asad. Ellos sostienen que si la revuelta continúa, Siria podría convertirse en un Estado fracasado, con Hezbollah e Irán, por un lado, y los sunitas, inspirados por Al Qaeda por el otro.
En la comunidad de Inteligencia de Israel prima el consenso de que más tarde o más temprano Asad será destituido. "Asad ha llegado más allá del punto de retorno", sostiene un alto ministro del gabinete. "No va a ser capaz de restaurar su posición como líder indiscutido de Siria. Su victoriosa visita [a la ciudad rebelde de Homs] debería tomarse con escepticismo. La resistencia está creciendo, incluso en Damasco".
Las autoridades israelíes también están preocupadas por numerosos informes que revelan que los armamentos sirios están cayendo en manos de Hezbollah; aunque todavía no está claro si la organización chií se ha apoderado de las armas químicas.

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